Los expertos en recursos humanos Tico Pérezgrovas y Alex Ureña ya tienen una vacuna que permitirá a las empresas retomar el camino; su aplicación puede incomodar, pero a cambio está la promesa no sólo de recuperación, sino de crecimiento.
Por: PERLA OROPEZA
Para una empresa enfocada en el desarrollo de los recursos humanos, los primeros días de pandemia fueron especialmente duros. De pronto todo se detuvo: reclutamiento, contrataciones, capacitación y desarrollo de personal; y con el paso del tiempo llegaron los recortes en gastos y personal, así como el cierre de negocios.
José Alberto Pérezgrovas y Alejandro Ureña, líderes de Empresas con Rumbo, entendieron que, en medio del confinamiento, su objetivo debía ser diseñar nuevas soluciones que no sólo ayudaran a mantener vivas a las organizaciones, sino volverlas más fuertes una vez terminada la emergencia.
Se necesitaba, dice Tico Pérezgrovas en entrevista, una ‘vacuna organizacional’ que ayudara a resolver los nuevos problemas y permitiera regresar a la normalidad. No se trataba del tradicional “échale ganas”, sino de una estrategia pensada para encarar los retos desde el interior de las empresas.
“Fue una experiencia que seguro nos transformó. Asumimos que esto iba para largo y que el impacto que tendría en las empresas iba a ser profundo. En ese camino nos dimos cuenta que una de las carencias que tenían los líderes es que no sabían llevar a sus equipos a distancia, y que las recetas anteriores al COVID-19 no servían en la nueva realidad”.
La ‘vacuna’ diseñada por Empresas con Rumbo está basada en tomar el pulso de cada empresa mediante herramientas especializadas, bajo el entendido de que los problemas que venían arrastrando las organizaciones se hicieron mucho más potentes con la pandemia.
El objetivo es cambiar comportamientos y orientarlos hacia una mejor cultura. “Nuestro interés desde el principio —comenta Pérezgrovas— fue ayudar a las empresas a que se sostengan a través del fortalecimiento de los equipos, de la mejora de los líderes. Que la cultura de las empresas mejore aun en medio de las dificultades, de la recesión económica, de la pandemia. Ser mejores de lo que eran antes, no sólo sobrevivir, porque el ritmo del mundo te exige que seas cada vez más innovador, cada vez más ágil, cada vez más potente, que llegues cada vez más lejos. No solamente que te quedes en estabilidad, porque hemos visto que las empresas que se quedaron en estabilidad después perdieron”.
La ‘vacuna’ —explica Alex Ureña— es totalmente personalizada porque no hay una organización igual a otra. “Lo que hacemos en términos de esta analogía médica, es primero analizar el código genético de la empresa. Evaluamos cuantitativamente y cualitativamente para entender qué es lo que realmente necesitan. Ya que fuimos a lo más profundo de la células que componen la empresa, entonces sí podemos hablar de una vacuna”.
Sin embargo, añade, la aplicación de esta inmunización puede causar dolor porque implica un cambio cultural, reconocer lo que no está funcionando bien, lo que no se está diciendo y también desentrañar los problemas que vienen del pasado y transformar el liderazgo.
“Para nosotros — expone Alex— es una gran responsabilidad, porque al final nuestro país, nuestra región, dependen de que a las empresas les vaya bien. Si las empresas tienen problemas de salud subyacentes, entonces vienen temas como el COVID-19 que las despedazan. Todas las empresas, grandes, medianas, pequeñas, tienen esta responsabilidad de crear rendimiento y bienestar colectivo para todos los que las rodean”.
Advierte que a pesar de sus beneficios, la ‘vacuna’ no es para todos. “Necesitas querer ponerte la vacuna, necesitas realmente querer hacer una transformación, un cambio y hay empresas que no están dispuestas a hacerlo”.
Para Empresas con Rumbo la vacuna significó pasar de los tres peores meses (marzo-abril-mayo de 2020) en sus 13 años de historia, a los tres mejores en octubre, noviembre y diciembre. “Este año seguimos con esa tendencia —comenta Tico—. Nos encontramos a empresas y equipos que estaban sufriendo lo mismo que nosotros y líderes que tenían una serie de gastos y compromisos igual que nosotros. Entonces por un lado era qué les puede servir a ellos pero además qué nos puede servir a nosotros. Nos pusimos la vacuna y funcionó muy bien”.
José Alberto Pérezgrovas y Alejandro Ureña, líderes de Empresas con Rumbo, son expertos en psicología y recursos humanos, y ambos son considerados TopVoice por LinkedIn.
Pérezgrovas es psicólogo clínico, orientado a la parte organizacional. Fundador de la empresa Centro Integral de Evaluación (Ciseso), con sede en Querétaro, desarrolló a su vez una agencia de reclutamiento especializada en millennials.
Ureña, por su parte, tiene una formación clínica de medicina integrativa. Cuenta con una maestría en desarrollo de liderazgo y una especialización en neurociencia médica.
Por su ubicación en la capital de Querétaro, destacan entre los clientes de Rumbo empresas del sector aeronáutico y automotriz, aunque también de otras industrias y de los ramo inmobiliario y financiero. Siemens, Poly y Printpacke son algunos de sus casos de éxito. A la fecha, ha atendido a más de 1,400 empresas de todos los tamaños. El 35 por ciento de su cartera de clientes es de Pymes.
Una vez lograda la vacunación, el equipo creó otro programa para elevar el potencial de las empresas. “Ya que estás sano, ya que no te estás jugando la vida y tienes cierta fortaleza, ahora sí podemos subir juntos el Everest, y ahí continúa nuestro proyecto”, dice Pérezgrovas.
Hay cuatro puntos en los que deben poner atención los directores y dueños de las empresas para saber si su organización está sana o le urge la ‘vacuna’:
1.- Resultados. Como en el COVID los primeros síntomas son pérdida del olfato o del gusto, entre las empresas la primera señal de alerta es que no están logrando los resultados que alcanzaban antes o que tenían previstos.
2.- Respuesta del equipo. Puede ser que no estemos logrando los resultados, pero vamos en el camino correcto y estamos aprendiendo. Sin embargo, una señal de alarma es un mal clima o poca disponibilidad de la gente al interior de la empresa.
3.- El propósito. Las empresas que han experimentado éxito durante la pandemia son las que tienen un propósito realmente potente y esto les ha permitido flexibilizar y hacerse más resilientes.
4. La comunicación. Si un líder no puede comunicar con claridad, con apertura, la empresa está en problemas. Debe entenderse lo que está diciendo, con un tipo de comunicación amplificada, honesta, viva, en la cual todos participan. Si eso se logra, la empresa puede ir más allá de sus propios límites incluso durante una dificultad como la pandemia.
El programa básico de ‘vacunación’ exige un tratamiento de por lo menos tres meses, aunque las empresas pueden elegir sólo contar con el diagnóstico y desarrollar por sí mismas la ruta para alcanzar sus metas.
El costo de la ‘vacuna’ y todo el diagnóstico depende del número de personas que esté en la empresa, pero se trabaja con organizaciones que tengan al menos 30 elementos en el área administrativa, porque el objetivo del programa es precisamente el equipo directivo, gerencial.
“Es un servicio con sentido profundo, acompañamos a los líderes para que realmente lleven a su empresa a un nuevo nivel a través de un conocimiento más potente”, puntualiza Alex.