La pandemia del COVID-19 obliga a uno de los juegos más populares del mundo a cambiar sus reglas.
Cuando surgió Pokémon Go, en 2016, ganó casi de inmediato millones de seguidores en todo el mundo, sorprendidos por un juego de realidad aumentada que exigía a sus participantes salir de casa, ir de cacería, reunirse para realizar incursiones, buscar paradas para obtener y derrotar gimnasios.
Sin embargo, la contingencia sanitaria que exige la reclusión, también se ha vuelto un obstáculo para los «entrenadores».
Ante ello, Niantic, la empresa desarrolladora, anunció que los jugadores ya podrán participar en las incursiones cercanas desde casa, entre otras de las facilidades para que sus seguidores guarden la cuarentena.
Con la prioridad a las experiencias que se puedan disfrutar en entornos individuales y en casa, se busca dar un aliento a sus suscriptores y evitar que abandonen el juego.
El tamaño del daño que la empresa pueda recibir por esta pandemia podría ser menor con estas estrategias.