A la par que crece el mercado de renta, aumenta la contratación de pólizas de protección jurídica para los propietarios de los inmuebles: José Antonio Valle, presidente de Segurenta.
Por: Perla Oropeza
La pandemia en México y los efectos en su población han dado un importante impulso al mercado de arrendamiento de inmuebles para uso residencial, que se prevé continuará ya superada la contingencia.
José Antonio Valle Aguilar, presidente de Segurenta, dice en entrevista que el alquiler de vivienda tuvo en el último año un crecimiento de 18 por ciento en México. “Antes de la pandemia significaba 1.4 por ciento en el PIB nacional y ahora es 1.8 por ciento».
A la par que la actividad, creció también la demanda de servicios de protección jurídica para los arrendadores, preocupados por la incertidumbre económica generada por la pandemia.
«En nuestra empresa tuvimos un crecimiento de 27 por ciento en 2020, que es altísimo, pues nosotros veníamos con cifras de crecimiento de 9, 11 y ya rompiendo récord, 15 por ciento. Al irnos arriba de los 20 algo grande está sucediendo”, comenta.
Segurenta, añade, busca garantizar que para el propietario sea un excelente negocio arrendar sus propiedades.
“Lo que nosotros hacemos es buscar al inquilino ideal y conseguir un excelente contrato. Realizamos toda la búsqueda financiera, moral y jurídica de la persona a la que se va a rentar y le quitamos muchos dolores de cabeza al propietario».
Valle explica que las personas que contratan sus servicios pagan alrededor de 30 por ciento de un mes de renta por año de protección.
Con la póliza, Segurenta está obligada a llevar a cabo cualquier procedimiento que sea necesario en relación con el inquilino. “El dueño no tiene que hacer nada, puede estar tranquilo, mientras nosotros hacemos todo el análisis y determinamos qué hacer; somos abogados y estamos obligados a llevar sin ningún costo adicional cualquier procedimiento que se requiera”.
Prueba de su éxito es que de 11,900 pólizas en el mercado de la República Mexicana, sólo se han tenido que atender 3 juicios.
Entre sus objetivos para este año, añade, está integrarse al mercado estadounidense. Por lo pronto, ya operan en Guatemala y tienen planes de continuar la expansión hacia otros países de Centroamérica.
Fundada hace 14 años, Segurenta, ha tenido que remar contra corriente ante una pobre cultura de seguros en México. Pero la pandemia y la incertidumbre que generó hizo un gran cambio.
Dio a los propietarios el interés de obtener “una certeza jurídica sobre interrogantes como quién me paga o no me paga la renta, qué hago si un inquilino se niega a entregar mi inmueble, quién los puede desalojar, cuánto cuesta un abogado especialista en materia de arrendamiento inmobiliario y más», puntualiza Valle.
PANDEMIA IMPUSO CAMBIOS
El incremento de la demanda tiene diversas causas. Valle Aguilar explica: “Por un lado, no sólo en la República Mexicana sino a nivel mundial, la pandemia ha llevado a mucha gente a cambiarse de una ciudad a otra, por la pérdida de empleo y la búsqueda de oportunidades”.
Además, con el home office muchas personas que vivían en departamentos reducidos buscaron opciones de un mayor espacio de vivienda, lo que disparó precios en diversas ciudades. Por ejemplo, indica Valle, la ciudad de Mérida era “muy económica” en cuanto a compra y arrendamiento, y a partir de la pandemia el incremento de la renta es de 27 a 28 por ciento.
Por otra parte, las nuevas generaciones ya no tienen el mismo sentido de arraigo. “Yo tengo 46 años y a nosotros nos enseñaron que el hacerte de una propiedad era reducir tu pobreza. Mi abuela decía: ‘la casa no te hace más rico pero sí menos pobre’ y actualmente a las nuevas generaciones les gusta rentar, porque pueden alquilar hoy en Santa Fe, mañana en Coyoacán, el próximo año en Barcelona. Por eso también se ha incrementado muchísimo el tema de coliving.
Se ha incrementado en algunas ciudades el costo a causa de la misma demanda, y esto también ha impulsado la compra de propiedades con el objetivo de rentar. En otros casos, personas que antes no lo hacían, han decidido rentar sus propiedades de forma total o parcial, para tener un ingreso más para la familia.
En los siguientes tres años, se espera la estabilización en los precios de alquiler de las viviendas, que aún se encuentran «un poco bajos».
Explica el presidente de Segurenta: «Normalmente el rendimiento mínimo esperado de una propiedad es del .5 por ciento mensual, pero en el caso de México estamos debajo de este número, por eso las rentas del país son más bajas en comparación con, por ejemplo, Guatemala donde las propiedades generan un rendimiento mensual del .75 por ciento.
«En Guatemala, una propiedad que cuesta 200 mil dólares, se renta en un aproximado de 1,500 dólares mensuales. Y en la CDMX, una propiedad con el mismo precio difícilmente se logra rentar en más de 1,000 dólares al mes.
De cualquier manera, aclara, es un buen negocio. “La gente lo que busca es la certeza en su patrimonio, al momento en que tú compras una propiedad en México, a pesar de que no te esté dando la rentabilidad que buscas, sí te esta dando plusvalía. Por ejemplo, si compras un departamento en 4 millones en Polanco, en un año va a subir 22 por ciento. Entonces sí es muy buen negocio y bien estructurado es un excelente negocio”.
ARRENDAMIENTO COMERCIAL
La otra cara de la moneda se observa en el arrendamiento de tipo comercial. “Lamentablemente al día de hoy el 60 por ciento de las empresas no ha regresado a laborar en forma presencial y yo creo que el 50 por ciento va a ser muy difícil que regrese en su totalidad”.
En los próximos meses, estima el presidente de Segurenta, muchas oficinas permanecerán vacías. “El panorama que viene para el tema comercial no es nada alentador y lo puedes ver en inversiones comerciales. Un tema muy lastimado es el área restaurantera, es muy difícil que se llegue a ocupar el número de locales que tenían los restaurantes».