La mayor mortandad de empresas se registró en las entidades más fuertemente ancladas en el sector turístico: Quintana Roo y Baja California Sur.
Foto: Coparmex Nuevo León
El efecto del COVID-19 sobre las micros, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) ha sido devastador. Las tomó por sorpresa en el peor momento, ya debilitadas por la falta de crecimiento económico.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los 4.9 millones de establecimientos que había en mayo de 2019, sobrevivieron 3.9 millones (79.19 por ciento). Esto significa que poco más de un millón (20.81 por ciento) cerró sus puertas definitivamente
De mayo de 2019 a septiembre de este año, dejaron de operar 21.17 por ciento de las pequeñas y medianas empresas y 20.8 por ciento de las micro.
La mayor mortandad se registró en los sectores de servicios privados no financieros (24.92 por ciento), comercio (18.98) y manufacturas (15 por ciento).
Las entidades más afectadas por el cierre de empresas fueron las más fuertemente ancladas en el sector turístico: Quintana Roo y Baja California Sur, con 31.8 y 28.1 por ciento de establecimientos perdidos respecto a 2019.
Otros estados en que la mortandad superó el 25 por ciento de los negocios establecidos fueron Campeche, Colima, Nuevo León, Sinaloa y Tamaulipas. La entidad menos afectada fue Oaxaca, con un cierre de empresas de 13.70 por ciento del total.
El Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2020 (EDN) indica que, sin embargo, en esos 17 meses nacieron 619 mil 443 negocios, principalmente en el sector comercio.
La mayor proporción de nacimientos de unidades económicas se dio en Tlaxcala, con 19.31 por ciento de establecimientos nuevos respecto al número de negocios existentes en 2019, mientras que en Quintana Roo se dio la menor proporción, con 7.67.
En los establecimientos que dejaron de operar de manera definitiva laboraban casi 3 millones de personas y en los que iniciaron operaciones trabaja 1.23 millones de personas, mientras que los establecimientos sobrevivientes tuvieron una disminución en su plantilla laboral de 1.14 millones de personas.
De esta manera, se pasó de 14.66 a 11.77 millones de personas ocupadas, lo que representa una disminución de 19.68 por ciento con respecto a la población ocupada en mayo de 2019.
La Encuesta sobre el Impacto Generado por COVID-19 en las Empresas 2020, también realizada por INEGI, indica que 86.6 por ciento de las Mipymes en México ha tenido alguna afectación a causa de la pandemia.
La disminución de los ingresos, baja en la demanda y escasez de insumos son sus principales problemas. El 79.2 por ciento de las empresas reporta disminución de ingresos, 51.2 reportó baja en la demanda y 22.8 dificultades con la adquisición de materias primas.
La encuesta estima que el porcentaje de empresas que aplicaron cierres temporales o paros técnicos se ubica en 23.1, lo que indica una mejora respecto a los primeros meses de la pandemia (abril y mayo) en que 59.6 por ciento de las empresas los realizaron.
En agosto, sólo 5.9 por ciento de las empresas había recibido algún tipo de apoyo, mientras que el 94.1 restante no recibió nada.
La encuesta arroja que 61.3 por ciento de las empresas considera que la política de apoyo que más se requiere para hacer frente a la pandemia es aquella relacionada con los apoyos fiscales.
Al preguntarles cuánto tiempo estiman que podrán seguir operando con su nivel actual de ingresos, 37.6 por ciento de las empresas a nivel nacional considera que podrán continuar operando de 12 meses o más, 46.6 por ciento de 3 a menos de 12 meses y 15.8 por ciento menos de 3 meses.
El 47.9 por ciento de las Pymes y 46.6 de las microempresas opina que sólo continuarán sus operaciones de 3 a menos de 12 meses con su nivel actual de ingresos.