- Un tren que devora recursos como devasta la selva
- Vila defiende el megaproyecto y destaca beneficios
- En riesgo, «el gran encanto» que atrae a extranjeros
En medio de costosos cambios en el trazado de la obra, evidente falta de planeación e inconformidad y amparos de pobladores y activistas ambientales, el Tren Maya sigue adelante.
Según Violeta Abreu González, directora de Gestión Estratégica y Enlace Institucional del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), el megaproyecto lleva un avance del 47.38 por ciento en los Tramos 1 al 4 y no cabe duda de que será inaugurado en diciembre de 2023.
Durante una reunión de trabajo del Consejo Consultivo de Turismo (CCT), se insistió en que, a pesar de las muchas denuncias sobre el daño que ocasiona esta megaobra, ésta traerá innumerables beneficios al sureste mexicano.
El secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, señaló que a lo largo de los mil 554 kilómetros de extensión, esta obra conectará los estados de Campeche, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán, con 20 estaciones, que a lo largo de su recorrido contará con más 190 atractivos turísticos de alto impacto.
Explicó que, a través del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), se trabaja en 26 zonas arqueológicas que contarán con las condiciones adecuadas para recibir a los turistas; así mismo, se contará con 11 Centros de Atención a Visitantes (CATVIS).
UN TREN QUE DEVORA RECURSOS COMO DEVASTA LA SELVA
Mientas tanto, activistas insisten en que hasta ahora no se han presentado proyecciones sobre el impacto que tendrá el tren sobre las comunidades afectadas. “La falta de planeación y velocidad con la que se está llevando a cabo el proyecto abre la puerta a una detonación desmedida de desarrollo urbano y especulación inmobiliaria, un tipo de crecimiento acelerado que resulta en poblaciones marginadas, carentes de infraestructura pública y con altos niveles de delincuencia», advierten.
Una y otra vez han documentado el daño causado al ecosistema selvático por “el mal llamado Tren Maya», que avanza en medio de procesos irregulares, falta de planeación y denuncias de corrupción.
Además, se ha disparado el costo del proyecto. En 2018, cuando era presidente electo, Andrés Manuel López había calculado la inversión en 120 mil millones de pesos. Más tarde, al inicio de la obra, se convertirían en 156 mil millones de pesos, y según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, hasta junio de 2022 el tren se había devorado 167 mil 341 millones de pesos, con un avance de 40 por ciento de la obra.
Para el próximo año, según el proyecto de presupuesto federal, el tren recibirá 143 mil 73 millones de pesos, lo que significará 18.7 del total de gasto en programas y proyectos de inversión.
Así, el costo del Tren Maya rebasará fácilmente los 300 mil millones de pesos. De hecho, el propio presidente admitió que costará de 15 mil a 20 mil millones de dólares.
YUCATÁN, BENEFICIADO
Durante la Reunión Anual de Industriales, celebrada a principios de octubre en León, Guanajuato, el gobernador de Yucatán, el panista Mauricio Vila, defendió al Tren Maya.
“Para nosotros en Yucatán el poder tener la oportunidad de llevar a nuestro estado a una parte de los 14 millones de turistas que llegan a Cancún, en un medio de transporte rápido y eficiente, sin duda es una oportunidad que nos va a generar empleos, más turismo y desarrollo económico”.
Sobre el daño ambiental que ocasionaría la obra, Vila expuso: “Yo no soy gobernador de Quintana Roo ni de Campeche ni de Tabasco ni de Chiapas, y no sé lo que está pasando allá . Lo que yo sí les puedo decir es lo que en Yucatán las vías del tren de Campeche a Mérida vienen sobre las vías de tren existentes, se están quitando las viejas y poniendo las nuevas. La de Mérida a Cancún se está yendo sobre dos carriles de la supercarretera. Entonces no hay daño ambiental en Yucatán, porque el tren se construye sobre zonas que ya estaban impactadas”.
El poder de decisión que tiene el Ejército en el proyecto quedó de manifiesto con una anécdota que contó Vila: “Originalmente el Tren Maya iba a entrar a la ciudad de Mérida y cuando empezó el tema de los amparos el presidente decidió sacarlo de la ciudad e irse a los municipios conurbados. El tren iba a entrar a la exestación de ferrocarriles de La Plancha, que está a tres cuadras del paseo de Montejo. Es un terreno de 22 hectáreas que estaba abandonado y era de la Federación. Cuando deciden sacar el tren de Mérida, yo pedí al presidente que nos diera el terreno para construir un gran parque y el presidente dijo: mira gobernador, este terreno se lo vamos a dar al Ejército porque van a construir los cuarteles de la Guardia Nacional y las viviendas para sus familias”.
Al final, contó el mandatario yucateco, pidió al presidente autorización para hablar con el general secretario, a quien planteó la situación del terreno, su vocación turística y el beneficio que significaría para la ciudad. Logró convencerlo, de tal manera que el Ejército empezó el mes pasado la construcción del parque, con una inversión de 1,300 millones de pesos. Se prevé que esté listo en julio de 2023.
Además habrá en Yucatán un nuevo sistema de transporte, el IETRAM, con el fin de conectar a la capital con las estaciones del tren, ubicadas en Kanacin y Umán. “Va a ser la primera ruta 100 por ciento eléctrica de todo el sur-sureste del país y vamos a poder estar atendiendo a más de 200 mil yucatecos con una ruta”, explicó el gobernador yucateco.
El IETRAM significará una inversión de 2,820 millones de pesos, de los cuales 61 por ciento serán recursos del gobierno de Yucatán, 23 por ciento del gobierno federal y 16 por ciento de la iniciativa privada. Se prevé su inauguración en diciembre de 2023, al igual que toda la obra del Tren Maya.
EN RIESGO, EL “GRAN ENCANTO”
Para expertos en bienes raíces, el tren sin duda atraerá un mayor interés de negocio, turismo e inversión, pero podría terminar con el “gran encanto” que representa para los extranjeros que visitan la península”.
Daniel Narváez, Marketing VP de la plataforma inmobiliaria Lamudi, comentó que ”la región del sureste luce como una prometedora tierra de inversión. Sin embargo, es muy importante que no pierda la esencia de lo que representa para los turistas: conexión con la naturaleza”.
Este tren conectará las principales ciudades y zonas turísticas de la península de Yucatán, tales como Mérida, Izamal, Chichén Itzá, Valladolid, Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar, Calakmul, Escárcega, Tenosique y Palenque. En total, recorrerá cinco estados de la República: Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco. El recorrido total será de 1,525 km, divididos en tres tramos: Selva (426 km), Caribe (446 km) y Golfo (653 km)
Los ocho tramos comprendidos para la construcción del proyecto son:
- Tramo 1: Palenque – Escárcega (228 km aprox).
- Tramo 2: Escárcega – Calkiní (235 km aprox.)
- Tramo 3: Calkiní – Izamal (172 km aprox.)
- Tramo 4: Izamal – Cancún (257 km aprox.)
- Tramo 5 Norte: Cancún – Playa del Carmen (49.8 km aprox.)
- Tramo 5 Sur: Playa del Carmen – Tulum (60.3 km aprox.)
- Tramo 6: Tulum – Bacalar (254 km aprox.)
- Tramo 7: Bacalar – Escárcega (287 km aprox.)
Uno de los más cuestionados ha sido el tramo 5 Sur, donde, de acuerdo con los activistas, se presenta una significativa afectación a la flora y fauna de la selva maya y contaminación de los ríos subterráneos y cenotes, fuente única de consumo de agua para la flora, la fauna y los habitantes de la península.
En días recientes, iniciaron una campaña para invitar a la gente a visitar la zona y constatar que el Tren Maya tendrá un impacto severo e irreversible sobre el ecosistema de la selva. ( # https://vamosacaminaralaselva.org/)