La pandemia abrió puertas inesperadas a este par de jóvenes empresarios leoneses, que con sus accesorios rinden homenaje a la cultura de todos los tiempos.
POR: PERLA OROPEZA
La empresa Cautivo nació con “estrella”. Pese a arrancar justo dos meses antes del inicio de la pandemia, la originalidad en el diseño de sus bolsas, mascadas, kimonos y bisutería llamó muy pronto la atención de personalidades del mundo del espectáculo como Ana Martin, Astrid Hadad, Silvia Pinal, Lorena Velázquez, Amandititita y Ofelia Medina.
Hoy sus fundadores, Carlos Torres Sánchez y Daniel Rivera, recuerdan el momento en que la pandemia derrumbó sus planes, pero abrió otras puertas inesperadas. Le dijeron adiós a los bazares que tenían programados y se dedicaron a difundir y vender su trabajo por internet.
“Lo de los cubrebocas nos ayudó muchísimo, porque era lo que todo el mundo estaba pidiendo en ese momento. Silvia Pasquel fue de las primeras que tuvo mascadas de nosotros, y para ella y Ana Martin hicimos cubrebocas; eso nos ayudó mucho para que la gente nos empezara a conocer”, dice Torres Sánchez.
Durante la pandemia, agrega, “nunca dejamos de trabajar. Hemos hecho todo tipo de artículos para Astrid Hadad, Silvia Pinal, Lorena Velázquez, Amandititita, Ofelia Medina, entre otras personalidades, así como paliacates y cubrebocas para peleadores de la UFC.
Cautivo, explica, es una marca de diseño de autor que produce accesorios en los que se combina arte y moda. “En lo personal a mí me gusta mucho el arte barroco, novohispano: en algunos diseños se pueden ver por ejemplo retablos, ángeles; grabados de la época medieval; de lo mexicano están los milagritos, la lotería, los diseños prehispánicos. La cultura popular también nos inspira, por ejemplo las divas del cine mexicano, los alebrijes, arte urbano, graffiti, el collage, nos inspiramos en todo lo que nos gusta”.
Hoy el plan es abrir una tienda propia y franquiciar su marca, que está registrada ante el IMPI y el Indiautor.
La empresa busca que cada pieza sea única y permita difundir la riqueza cultural mediante el arte utilitario. En el proceso de producción participan alrededor de diez personas, pero Carlos Torres está a cargo del diseño y Daniel Rivera se encarga de la línea de bisutería artesanal. Ambos cuidan cada detalle hasta llegar al producto final.
Carlos Torres Sánchez tiene 32 años y nació en León, Guanajuato, donde pudo adquirir la experiencia necesaria para iniciar su empresa. Esto, sus estudios y su gusto por la historia “se juntó para hacer lo que yo quería hacer; siempre yo había tenido la inquietud de hacer mis propios diseños, se dio la oportunidad y la verdad nos ha ido muy bien”.
Por su parte, Daniel Rivera, también originario de León, dejó su carrera de contaduría pública para dedicarse de lleno a Cautivo, donde se encarga de la parte artesanal.
Las piezas de Cautivo se encuentran a la venta en seis puntos distribuidos en Ciudad de México, Querétaro y Guanajuato, y también se comercializan en Estados Unidos, en ciudades como Washington DC, San Diego y Dallas.