La desocupación ha alcanzado niveles históricos y a futuro se prevén cambios importantes en la forma de operar de las empresas. Para Newmark, la recuperación dependerá de la rapidez con que el gobierno aplique la vacuna.
El mercado de oficinas de la Ciudad de México se encuentra en caída libre, lo que ha provocado que desarrolladores prefieran detener proyectos antes de comenzar su construcción.
“Entrar a competir con un producto nuevo en un mercado tan incierto representa un riesgo muy elevado”, comenta Giovanni D´Agostino, presidente en México y director regional para América Latina de Newmark.
Desafortunadamente, añade, estas decisiones tienen repercusiones negativas en la industria de la construcción, motor importante para la economía mexicana”.
Desde el principio de la emergencia sanitaria por COVID-19, la empresa de servicios inmobiliarios observó una desaceleración importante en la absorción de espacios de oficinas, lo que ha llevado al mercado a cifras importantes de disponibilidad.
D’Agostino Informó que un inmueble corporativo, localizado en el submercado Polanco- Anzures, es el único que se incorporó al inventario de la Ciudad de México durante el cuarto trimestre del año pasado, agregando 27 mil metros cuadrados al área rentable total de oficinas en la ciudad.
Los niveles de disponibilidad de espacios en el mercado de oficinas de la Ciudad de México han alcanzado cifras con altos históricos durante 2020 y, particularmente, durante este último período del año.
Iván González, director de la división de oficinas de Newmark, expone: “Hemos llegado una tasa de desocupación de 18.6%, que representa más de 1.3 millones de metros cuadrados. Estos se encuentran repartidos principalmente en los corredores Norte y Santa Fe, que representan 23 y 20 por ciento de la disponibilidad total del mercado, respectivamente; seguidos por Insurgentes y Polanco, cada uno con 13 por ciento del total. Estos cuatro submercados contienen cerca de 1 millón de metros cuadrados disponibles, que representan el 69 por ciento de la disponibilidad total de los espacios corporativos en la Ciudad de México”, afirmó
Durante todo 2020, se ocuparon 396 mil 006 metros cuadrados, de los cuales 24 mil 862 fueron durante el cuarto trimestre, cifras bastante bajas si se comparan con 2019, en el que se ocuparon 762 mil 774 metros cuadrados durante todo el año y 256 mil 760 durante el 4T19.
“Si bien 2020 fue un año con fuerte impacto en el mercado de oficinas en la Ciudad de México, estimamos que para 2021 comenzará a recuperarse. Será un proceso largo, pues depende de la rapidez con la que el gobierno administre la vacuna, así como de la eficacia de la misma”, aseguró González, quien confía en que esto represente una señal positiva.
YA NO SERÁ COMO ANTES
Lo cierto es que, según analistas del sector, el mercado de oficinas nunca volverá a ser como entes. La pandemia ha traído muchos cambios en el trabajo de oficina, que ahora se ha trasladado a casa y ya muchas empresas empiezan a ver el home office como parte esencial en su operación futura.
De acuerdo con Daniel Narváez, Marketing VP de la plataforma inmobiliaria Lamudi, en el diseño de los nuevos desarrollos inmobiliarios se empieza a considerar que el objetivo del usuario final será adquirir una vivienda que cuente con un pequeño espacio para trabajar desde casa en condiciones propias de una pequeña oficina o estudio, además de la necesidad de disponga de áreas verdes y espacios públicos cerca de las viviendas.
Dentro del segmento residencial plus (propiedades con un costo de entre 7 y 15 millones de pesos) siempre se ha considerado, dentro de los espacios arquitectónicos, la inclusión de una oficina o estudio, sin embargo, esas áreas no estaban pensadas para pasar jornadas de 8, 10 o más horas de trabajo diarias.
Además los proyectos arquitectónicos pensados para la gama alta ofrecían una serie de amenidades como gimnasios, salones de reuniones y albercas, todos ellos diseñados en lugares cerrados. Este es un concepto que podría experimentar cambios importantes en el futuro porque como todo virus, aunque tenga vacuna, llegó para quedarse.
“Ya casi vamos a cumplir un año en confinamiento, y en Lamudi nos hemos dado cuenta de que las terrazas, los balcones, grandes jardines y zonas abiertas en donde la vida transcurra de manera segura, sin que ello implique el contacto con personas que no formen parte de nuestro círculo cercano, están dejando de ser vistas como amenidades premium para convertirse en un asunto de primera necesidad” explica Narváez.