El objetivo del concurso es diseñar una cubierta de protección integral para la Pirámide de la Serpiente Emplumada
A un siglo de que la Pirámide de la Serpiente Emplumada de Teotihuacan fuera descubierta y restaurada, se busca desarrollar un proyecto arquitectónico que garantice su conservación y permita estabilizar el monumento.
Esta pirámide, considerada uno de los edificios más bellos del México prehispánico, presenta desde su desenterramiento en 1921 diversos problemas, entre ellos el deterioro causado por causas ambientales, así como intervenciones ejecutadas entre los años 50 y 80 con productos incompatibles con los originales, como hidrofugantes, aceites y cemento.
Ante este deterioro, que se ha acelerado durante los últimos 18 años, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el gobierno del Estado de México trabajan desde 2015 en un diagnóstico completo con el uso de tecnología de punta para diseñar soluciones de conservación que tomen en cuenta condiciones estructurales, físicas, químicas y ambientales.
Asimismo entre 2017 y 2018, en la estructura piramidal se dispuso un equipo para monitorear de forma periódica los cambios climáticos, de temperatura y de exposición a factores como lluvia, sol y viento.
Ahora el INAH, con el apoyo financiero del gobierno del Estado de México, avanzan en una segunda fase para garantizar la preservación del monumento, con el Concurso Internacional Serpiente Emplumada, en el que podrán participar de forma individual o colectiva ciudadanos mexicanos o extranjeros, sin límite de edad, especialistas en arquitectura y/o ingeniería civil.
Las bases y requisitos están disponibles en el sitio oficial: https://convocatoriapse.inah.gob.mx/,
Se espera que de este concurso surja un proyecto arquitectónico de cubierta que garantice la conservación, y contribuya a la estabilización del edificio prehispánico, el cual presenta procesos cada vez más acelerados de arenización, disgregación, filtraciones, manchas de humedad, fracturas, pérdida de color y de elementos arquitectónicos.
Esta problemática proviene de tres fuentes: agua pluvial; humedad por capilaridad y ambiental, lo cual implica el aumento de la humedad relativa que, aunado a bajas temperaturas, favorece el crecimiento de las eflorescencias salinas en los materiales pétreos. Estos factores de deterioro “se potencian de noviembre a febrero, y hay una mayor pérdida de piedra porque se suman bajas temperaturas y alta humedad relativa en las madrugadas, las cuales favorecen al crecimiento de sales solubles, cristalizando y rompiendo los poros de la piedra, con lo que se disgrega y desagrega la matriz pétrea de los relieves”, explicó el director de la Zona Arqueológica de Teotihuacan, Rogelio Rivero Chong Rivero Chong.
El coordinador nacional de Arqueología del INAH, Pedro Francisco Sánchez Nava, expuso que la convocatoria al Concurso Internacional Serpiente Emplumada, para el diseño del sistema de protección de la fachada poniente, busca atender el exceso de agua de lluvia y formar parte de una solución integral; podrán participar de forma individual o colectiva ciudadanos mexicanos o extranjeros, sin límite de edad, especialistas en arquitectura y/o ingeniería civil.
El concurso se desarrollará en tres etapas: el registro (del 4 al 8 de octubre de 2021); la notificación de los seleccionados (25 de octubre), y la visita a la zona arqueológica para conocer la problemática de conservación, a lo cual seguirá el diseño de anteproyecto y elaboración de proyecto arquitectónico (en 2022).
El jurado evaluará los proyectos y definirá un ganador que se hará acreedor a un premio de $600,000 pesos mexicanos; los otros dos proyectos finalistas recibirán un premio de $300,000 pesos mexicanos, cada uno.
El veredicto se realizará a través de un criterio de evaluación por puntaje, y el fallo definitivo se dará a conocer en septiembre de 2022 en la página del INAH, para dar paso a una fase de recaudación de fondos para la ejecución de la obra.