Para muchos son sólo marcas estadounidenses. Pero atrás de cada franquicia, llámese Starbucks o McDonald’s, hay inversionistas mexicanos que han puesto en estos negocios sus ahorros y esfuerzos, y que además dan empleo.
El modelo de negocio radica precisamente en eso: marcas que ofrecen un concepto atractivo, con ingredientes para alcanzar el éxito, y personas que arriesgan su capital y trabajo.
Es necesario romper el mito de que un boicot a estas empresas representa un daño a Estados Unidos. En realidad el más afectado es el inversionista local, y con él sus proveedores y empleados, pues al final sólo forman parte de una gran cadena.
Starbucks es operado por Alsea, empresa 100 por ciento mexicana que también tiene bajo su administración otras 14 marcas, como Chili’s, Burger King, P.F. Chang y Domino’s.
Así, la inversión atrás de la cadena de cafeterías es completamente mexicana. Quizá sólo por eso se debería descartar la idea de responder al odio antimexicano de Trump con el rechazo expresado en el hashtag #AdiósStarbucks.
Pero resulta que Starbucks trajo a México no sólo un modelo de negocio, sino una nueva forma de tomar café, e hizo su aporte para impulsar el consumo. En septiembre de 2012, cuando abrió su primera tienda, el consumo percápita de café en México era de apenas 700 gramos al año y en la actualidad se estima que es de 1.6 kilogramos.
Su concepto fue retomado por marcas mexicanas como Café Punta del Cielo, Italian Cofee y Cielito Querido Café, entre otros.
Asimismo, Starbucks ha trabajado con comunidades cafetaleras de México por casi 20 años. Chiapas es una de las zonas más importantes de abastecimiento para la cadena en América Latina y en una de sus últimas iniciativas ha llevado el café chiapaneco a las tiendas de la marca en Estados Unidos.
Alsea opera en México 565 tiendas de Starbucks, que representan una inversión de más de cinco mil millones de pesos y empleo para siete mil personas; en Chile, tiene 93 cafeterías; en Argentina, 105 y en Colombia 11.
En 2017 prevé abrir en México 50 tiendas más, que significarán recursos por 430 millones de pesos y 600 empleos más.