Experto de KPMG México alerta sobre 4 tácticas de defraudadores en línea que podrían estar listos para atacarte.
Este año se espera que El Buen Fin deje una derrama económica de 165,500 millones de pesos, 10 por ciento más que en la edición de 2023, y se prevé la participación de alrededor de 190 mil empresas, según estimaciones de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur).
El comercio electrónico ha tenido un importante papel en el éxito de esta iniciativa, pero al mismo tiempo es un espacio de riesgo para las estafas, que cada vez son más difíciles de detectar.
Ante esto, la firma KPMG comparte las recomendaciones de Jefferson Gutiérrez, uno de sus analistas y socio líder de Asesoría en Tecnología Forense, para detecta cuatro tácticas de defraudación en compras digitales:
- Suplantación digital. Los estafadores crean réplicas casi idénticas de plataformas comerciales reconocidas, imitando la experiencia del usuario de sitios legítimos y modificando sutilmente el dominio en los URL,[3] por ejemplo: “.shop”, “.store”, “.mx.net”, entre otros, además de implementar elementos de seguridad tradicionales para parecer más confiables. Asimismo, estos sitios fraudulentos suelen aparecer en anuncios de redes sociales con “ofertas exclusivas” para engañar a los compradores potenciales, especialmente durante el Buen Fin.
- Sistemas de preventa. Los estafadores aprovechan la demanda de productos populares para ofrecer reservas anticipadas con supuestas políticas especiales, respaldadas por comprobantes de depósito de otros compradores y testimonios falsos en redes sociales.
- Perfiles temporales en marketplaces. Las tiendas de temporada han evolucionado hacia la creación de perfiles temporales en plataformas de e-commerce. Los estafadores construyen una reputación positiva durante meses mediante la venta y compra de productos pequeños para acumular buenas calificaciones y, cuando llega el Buen Fin, estos perfiles ofrecen productos costosos con grandes descuentos; una vez que los pagos son recibidos, los vendedores desaparecen.
- Hipersegmentación. Los defraudadores analizan los hábitos de navegación y las preferencias de consumo para crear ofertas personalizadas, utilizando la información pública compartida en redes sociales por los consumidores para hacer que sus propuestas parezcan recomendaciones legítimas de amigos o influenciadores.
A continuación, algunas señales de alerta que pudieran indicar que te encuentras ante comercios fraudulentos:
- Cuentas regresivas que se reinician al volver a cargar una página web.
- Mensajes de urgencia como: “Última oportunidad” o “¡Cómpralo ya!”.
- Cambios sutiles en el nombre del comercio, el sitio web y los métodos de pago
- Uso de cuentas bancarias personales para procesar pagos de operaciones comerciales
- Reseñas positivas en redes sociales que parecen haber sido escritas por la misma persona o con similitudes de contenido en diferentes intervalos de tiempo
- Enlaces a sitios web que redirigen a múltiples páginas, dificultando identificar el producto o al vendedor
- Políticas de devolución confusas
- Información de contacto limitada a formularios web o cuentas de redes sociales.
El experto de KPMG expone que los negocios también pueden ser víctimas de estafadores digitales con casos como la suplantación de marcas en redes sociales, creación de sitios web falsos y compras realizadas con métodos de pago fraudulentos.
Se recomienda por eso revisar de manera regular cómo aparece el nombre de la marca en línea, implementar métodos seguros de verificación de pagos y mantener una comunicación clara y transparente con los clientes sobre los canales oficiales de venta.
Antes de hacer compras es importante verificar los sitios oficiales de El Buen Fin y las plataformas autorizadas de los negocios participantes, así como consultar las guías de seguridad publicadas por las instituciones financieras y mantenerse actualizado de los mecanismos de seguridad digital. Un consumidor informado no solo aprovecha mejor las ofertas, sino que también contribuye a la creación de un entorno digital más seguro para todas y todos.
Finalmente, advierte Jefferson Gutiérrez, no podemos olvidar que si algo es demasiado bueno para ser verdad, quizá no lo sea.