El programa VIVE pone al alcance de mujeres vulnerables las herramientas para lograr su independencia económica.
En la zona rural de la Ciudad de México, el Bajío o en la Mixteca oaxaqueña, la posibilidad de acceder a capacitación y obtener herramientas para el emprendimiento cambia la vida de muchas mujeres.
Y en tiempos de pandemia, este aprendizaje permite afrontar mejor los retos.
Desde septiembre de 2016, con el apoyo del programa Ven, Inspírate y Vende (VIVE), más de 56 mil mexicanas en situación de vulnerabilidad han incrementado sus oportunidades económicas
Esta iniciativa, apoyada por Walmart Foundation, es implementada en México por The Trust for the Americas -organización afiliada a la Organización de Estados Americanos (OEA)- en alianza con la Fundación ManpowerGroup.
El programa ha estado presente en 245 municipios de 29 entidades federativas del país, donde ha contado también con el respaldo de autoridades y organismos locales.
Linda Eddleman, directora ejecutiva de The Trust for te Americas, dijo que la pandemia trajo consigo un reto operativo y logístico. “Tuvimos que migrar nuestro esquema de capacitaciones a la virtualidad. Y gracias a la pronta respuesta, profesionalismo y adaptabilidad del equipo, pudimos adaptarnos”.
Durante la contingencia sanitaria, se han ofrecido 15 cursos virtuales sobre temas de empleabilidad y emprendimiento, con la participación de cerca de 400 mujeres emprendedoras en México y 6 países de Latinoamérica.
Para dar una muestra de las historias de cambio y resiliencia de las mujeres graduadas por VIVE, se presentó el libro Recetario para Mujeres Poderosas: “historias para inspirarte” que recopila 71 historias de éxito.
En este “recetario” se puede descubrir la historia de Paola, una mujer oaxaqueña que impulsa un proyecto de turismo responsable en la zona Mixteca. “En tiempos de Covid cerramos las puertas porque nos lo solicitó la autoridad, el principal reto ha sido la falta de apoyo económico, pero hemos podido hacer introspección sobre hacia dónde va el negocio”, dice Paola.
La llegada de la pandemia la convenció de tomar el curso de Componente Digital de Emprendimiento. “Yo no estaba familiarizada con el uso de la tecnología del componente; las reuniones virtuales y los podcasts. Esta experiencia me hizo perder el miedo”.
Hoy la prioridad de Paola es planificar cómo continuarán las operaciones de la reserva en la nueva normalidad, así como salvar la temporada de reforestación de este año, que comienza en la época de lluvias; “normalmente invitábamos a las escuelas a apoyarnos en la reforestación y ahora no será posible”.
Otro ejemplo de poder femenino es el de Teresa, integrante y representante legal de una cooperativa de mujeres que se dedican a producir pulque, un producto originario de su localidad, Milpa Alta, en la Ciudad de México.
“Somos 7 mujeres en la cooperativa y lo que buscamos es empoderarnos, estamos rompiendo tabúes porque este producto tradicionalmente es producido solo por hombres”.
Contadora pública, Teresa se enteró de Proyecto VIVE por medio de su alcaldía y tomó el curso con una compañera de la cooperativa para después compartir sus aprendizajes con las demás socias.
La pandemia trajo malas noticias, entre ellas que una de sus compañeras se contagió de COVID-19. “En la cooperativa tuvimos que hacer un gran esfuerzo para obtener ingresos para apoyarla, ella necesitaba oxígeno, pero ya teníamos cuatro meses sin abrir operaciones.”
Para Teresa y sus compañeras ha sido muy difícil mantener a flote la operación de su cooperativa, pero no se rinden, para incrementar sus ventas han estado promocionando sus pulques en su página de internet con el servicio “sólo para llevar”.
Pese a las adversidades, Teresa se visualiza en el futuro como una mujer empresaria, quiere escalar su cooperativa a una grande industria; “una industria en donde puedas encontrar todos los productos derivados del maguey que te puedas imaginar.
Otras de las historias contadas en el libro es la de Fabiola, que se dedica a la fotografía y al cultivo de plantas de ornato; Ana Karen, nutrióloga de Celaya, o Cecilia, quien se encontraba en un refugio para mujeres víctimas de violencia y hoy es capacitadora en servicio al cliente en un restaurante de comida rápida.
“Proyecto VIVE ha enfocado sus esfuerzos en mujeres mayores de 15 años que viven alguna condición de vulnerabilidad, lo cual implica que se encuentran en baja condición socioeconómica, desempeño escolar, violencia doméstica, desempleo o empleo irregular”, informó la directora ejecutiva de The Trust for the Americas.
Las capacitaciones del Proyecto VIVE cuentan con estándares certificables respaldadas por las Secretaría de Educación Pública (SEP). Las primeras 20 horas de la capacitación corresponden a estudios técnicos (promotoría, ventas, servicio al consumidor y mercadeo) y las otras 20 horas a habilidades para la vida (alfabetización digital, liderazgo, comunicación, emprendimiento.
Mayor información en: www.trust-oea.org/vive
Facebook: The Trust for the Americas
Twitter: @Trust4Americas
Proyecto VIVE: @ProyectoVIVEMx