El gobierno federal anunció que se continuarán aplicando aranceles de hasta 30% a importaciones provenientes de países como China y Vietnam.
La industria del calzado en México inicia la semana con optimismo, luego de que el viernes pasado el gobierno de la República anunciara que continuará la aplicación de aranceles al zapato asiático hasta el 31 de agosto de 2024.
En la actualidad se aplican aranceles de hasta 30 por ciento a las importaciones de países como China y Vietnam.
La secretaria de Economía, Graciela Márquez, indicó que “el decreto aún no está listo porque estamos en el proceso, se firmará por las dependencias, pasará a consejería jurídica y se publicará en Diario Oficial. pero todo este proceso quedará listo antes de que venza el plazo del acuerdo anterior, es decir antes del 1 de noviembre próximo”.
Alejandro Gómez, presidente ejecutivo de la Cámara de la Industria del Calzado de Guanajuato (CICEG), aseguró que es una gran noticia porque da certidumbre a las empresas del sector para planear y transformar sus procesos e inversiones no sólo en Guanajuato sino en todo país.
CICEG considera que con esta medida se evitó la destrucción inmediata de 15 mil empleos, pues una desgravación arancelaria habría dañado a 70 por ciento de las unidades productivas de calzado en México, principalmente micros, pequeñas y medianas empresas.
Actualmente la producción de calzado en México está concentrada en los estados de Guanajuato -que produce el 70 por ciento-, Jalisco, el Estado de México y la Ciudad de México. El país es el octavo productor mundial.
El presidente de CICEG, Luis Gerardo González, detalló que en los meses recientes la importación de calzado proveniente de Asia se ha venido incrementando a pesar de que el arancel se ha mantenido en un 30 por ciento, lo que de reducirse aún más implicará un notorio incremento en la introducción de calzado hecho en China y Vietnam principalmente.
La producción de calzado en México es de 260 millones de pares al año, de los cuales 90 por ciento son para el mercado interno, de ahí que el sector dependa en buena medida del consumo nacional, y si éste comienza a comprar más calzado asiático sumamente barato, el daño a la industria nacional será muy grave.
A lo anterior se debe sumar el alto costo país que tiene la industria del calzado mexicana, ya que tiene que invertir en costos adicionales como su propia seguridad, por lo que la bajas en los aranceles propiciarían el cierre de un importante número de empresas sectoriales, en especial de las más pequeñas y familiares.
“Ahora estamos obligados a prepararnos para corresponder con crecimiento y productividad, bajo las tres líneas de acción que desde la Cámara nos hemos planteado para nuestra industria en los próximos años que son eficiencia, innovación e integración productiva”, dijo Alejandro Gómez.
Asimismo, agradeció a las autoridades federales por tomar esta decisión, la cual fue promovida a lo largo de semanas por diversos actores políticos y promovida a través de redes sociales y medios de comunicación. «Es oxígeno puro para la industria».
Gómez confió en que el próximo viernes podría estar el nuevo acuerdo firmado y entonces se puede dar con concluido este proceso.
Los beneficios de esta política arancelaria también alcanzarán a la industria textil y de confección.