Ubicado en la calle de Seminario número 18, en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México, el museo Nuestra Cocina Duque de Herdez ofrece a sus visitantes un agradable paseo por la cultura alimentaria de los mexicanos.
Desde su fundación, en el año 2000, el recinto ha recibido a más de cien mil personas, que en una especie de viaje por el tiempo han podido observar las transformaciones que han tenido los espacios culinarios mexicanos, desde la época prehispánica hasta la actualidad.
El museo cuenta con cuatro salas: prehispánica, colonial, moderna y futuro. La primera está ambientada con utensilios originales del Museo de Antropología e Historia pertenecientes a la cultura teotihuacana.
El maíz, los frijoles y el chile han resistido el paso de los siglos y son todavía en la actualidad los ingredientes esenciales de la cocina mexicana, que en 2010 fue proclamada oficialmente por la UNESCO patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
El mestizaje culinario vivido durante la época de la Colonia española enriqueció aún más el recetario mexicano con nuevos utensilios y productos y siglos más tarde la llegada de la industrialización tuvo un gran impacto, con la disponibilidad de agua corriente, electricidad y gas dentro de las cocinas.
Cada una de las salas cuenta con juegos interactivos para que el aprendizaje se lleve a cabo de forma divertida, además de videos con temas alusivos al periodo histórico que se aborda y programas multimedia en donde el visitante podrá encontrar una gran cantidad de información.
El museo Nuestra Cocina Duque de Herdez es un proyecto desarrollado por la Fundación Herdez, en coordinación con Papalote, Museo del Niño. La entrada cuesta 10 pesos y su horario es de martes a sábado de 9:00 a 17:00 horas.
El edificio que alberga al museo está asentado sobre lo que fue en tiempos prehispánicos el templo de Tezcatlipoca, a un costado del Templo Mayor. Posteriormente fue propiedad de los conquistadores Pedro González de Trujillo y Diego González y en algún momento sede de la Real y Pontificia Universidad de México.
La casa fue reconstruida en 1737 y sirvió como habitación para los canónigos de la Catedral; el ilustre jurisconsulto Ignacio L. Vallarta vivió y tuvo su despacho en la planta baja de este edificio.
La Fundación Herdez compró al gobierno federal la propiedad y llevó a cabo su restauración a finales de los años noventa, para desarrollar actividades culturales relacionadas con el fomento a la investigación y desarrollo alimentario. Estas actividades incluyen, aparte del museo, una biblioteca, publicaciones, y diferentes cursos, talleres y degustaciones.
De1997 a 2011 la Biblioteca de la Gastronomía Mexicana atendió a 43,280 usuarios, entre estudiantes de las carreras de gastronomía, nutrición y público en general. Cuenta con tres mil 887 libros, entre ellos, ejemplares originales del siglo XIII y XIX.
El objetivo de la fundación es “promover el conocimiento alimentario y nutricional al tiempo que busca rescatar y conservar el patrimonio de la gastronomía mexicana.
Herdez es una empresa mexicana con más de seis mil empleados y ventas anuales en 2011 de nueve mil 697 millones de pesos, de los cuales más de mil 500 millones corresponden a ventas en Estados Unidos. Cuenta con 10 plantas y 9 centros de distribución en la República Mexicana.
Fotos: Jesús Sánchez