Quizá eres el jefe ausente en lo sustancial y presente en lo innecesario. O eres un verdadero líder, capaz de inspirar a tu equipo a dar el gran salto.
Por Perla Oropeza
¿Eres líder? Entonces seguramente sabes qué es lo que requiere el grupo que lideras: tu tribu. Conoces sus prioridades, estado de ánimo y necesidades. Sabes a qué se dedican, sus límites y posibilidades. Y tienes claros los objetivos por los que trabajan juntos.
Si no lo sabes, entonces no eres realmente un líder, sino la persona encargada de una dirección, a la que seguramente no todos respetan aunque obedezcan. Quizá eres el jefe ausente en lo sustancial y presente en lo innecesario.
Si eres un líder, sabes que los seres humanos necesitamos “pertenecer”. Como dice Seth Godin en su libro Tribus: uno de los más poderosos mecanismos de supervivencia es pertenecer a (y aprovecharte de) un grupo de gente con ideas o propósitos similares.
Pero el provecho debe ser para TODO el grupo. Se debe propiciar el sentido de pertenencia (al proyecto, a la empresa, al equipo), para que el equipo esté dispuesto a asumir riesgos y proponer cambios que hagan crecer a todos.
El liderazgo auténtico es generoso, dice Godin, famoso “gurú” del marketing y fundador de la plataforma Squidoo.com.
No hay una sola forma de liderar, “una única técnica buena, una táctica de probada eficacia, una manera correcta de hacer las cosas y otra incorrecta. Decidir entre guiar o dirigir, esa es la elección crucial”, indica.
Uno de los errores de quien encabeza un grupo es creer que los mejores reclutas de la tribu son los “corderos”.
Sin embargo, los tipos que no hacen más que seguir mecánicamente las instrucciones son decepcionantes por dos razones, explica Set Godin: porque no harán tareas de liderazgo local cuando se requiera y tampoco un buen trabajo cuando se trate de reclutar a nuevos miembros.
Porque “evangelizar exige liderazgo. Arrastrar a alguien, hacer que olvide su visión del mundo y que abrace la tuya no es fácil ni siempre es cómodo”.
En su libro Tribus. Necesitamos que tú nos lideres, Godin nos ofrece cuatro grandes verdades del liderazgo:
- Los grupos crean vacíos, pequeñas bolsas en las que se instala el inmovilismo y nada ocurre… Los líderes saben cómo llenar este vacío y crear movimiento. Propician que sus seguidores estén conectados entre sí.
- El liderazgo es una elección. Es la elección de negarse a no hacer nada. Tira adelante o quédate atrás, pero no te quedes sin hacer nada.
- Los líderes crean una cultura en torno a su objetivo e implican a otros en esa cultura. Comunican su visión del futuro, se comprometen con esa visión y toman decisiones basándose en ese compromiso.
- Un líder debe aprender a no robar energía a la tribu. Por ejemplo, podría preguntarse: ¿De veras son necesarias las juntas interminables? ¿Puedo quitarles su tiempo para descansar y relajarse?