Una gran parte de las empresas del país tiene interés en la IA pero no sabe cómo puede ayudarle en su negocio.
En México, la mayoría de las empresas aún no logra identificar las oportunidades que brinda la inteligencia artificial (IA) y apenas 19 por ciento de ellas cuenta con una estrategia sólida centrada en esta tecnología, de acuerdo con el estudio Panorama de la inteligencia artificial en México, de la firma consultora KPMG.
“Hay oportunidades que la industria todavía no las ve tan fácil, pero ya se está moviendo para allá, con aplicaciones de este tipo de inteligencia para temas de la cadena suministro, como la planeación de la demanda, manejo de inventarios, manejo de despachos, incluso la producción misma”, comentó en conferencia de prensa Argenis Bauza, socio Líder de Digital Lighthouse de KPMG para el Clúster de México y Centroamérica.
Indicó que en el país la inteligencia artificial, en especial de inteligencia artificial generativa (IAG), ha sido aprovechada principalmente por los sectores financiero y de servicios públicos como telecomunicaciones, pero poco a poco va incrementándose entre empresas de retail y manufactura industrial.
Muchos de los usos iniciales de esta tecnología se han dirigido a una mejor interacción con clientes o usuarios, mediante chatbots, por lo que es natural que servicios financieros sea uno de los sectores que más les esté dando uso, explicó.
“Prácticamente todos los sectores están en esto, pero yo diría que las empresas que tienen más que ver con temas de información, como servicios financieros o de consumo masivo, son las que más le están sacando provecho hoy en día, eso va a ir evolucionando y se va a ir homologando más adelante”, expuso Bauza.
La IA, añadió, tiene áreas de oportunidad muy relevantes para ser más productivos en el mediano plazo, en temas como decisiones de logística e incluso planeación financiera; “permite ver escenarios a futuro”, comentó Argenis Bauza.
El estudio Panorama de la inteligencia artificial en México. Retos y oportunidades para liderar la transformación de KPMG México, que aplicó entrevistas a tomadores de decisión de empresas de todo el país, encontró que aunque son muchas las organizaciones que tienen interés en la incorporación de IA o IAG en sus procesos, sólo dos de cada diez cuenta con un plan bien definido y objetivos claros que se alinean con su estrategia general. El 43 por ciento, pese a que conoce a grandes rasgos la herramienta, no ha desarrollado casos de negocio y 38 por ciento busca implementarla, pero no sabe cómo hacerlo.
Uno de los más importantes hallazgos es que 61 por ciento de las compañías no ha logrado identificar el valor comercial de esta herramienta y sólo 19 por ciento tiene una estrategia de IA bien definida, con objetivos claros y alineados con su estrategia general.
Es probable, indica el estudio, que gran parte de la muestra no cuente con casos de negocio porque todavía no ha logrado identificar el potencial y las implicaciones de desplegar una tecnología de este tipo.
“Se deduce entonces que el rezago en la adopción de tecnologías persiste en el país, a pesar de los múltiples beneficios que su despliegue implica. Por ejemplo, aunque hay avances significativos, solo cinco de cada diez empresas emplean la nube para aprovechar los beneficios de la IA, evidenciando que la mitad de la muestra padece de un rezago en comparación con la competencia”, expone KPMG México.
Sin embargo, lo cierto es que la IA o IAG no es para todos y no resuelve todo, por lo que desarrollar un plan requiere establecer primero cuáles son los retos que se pretende atender.
Argenis Bauza hace las siguientes recomendaciones para quien está interesado en aplicar IAG en su empresa:
- Primero entiende tu estrategia de negocios y cómo una tecnología de éstas te puede ayudar a conseguirla o llegar a ella más rápido. Eso primero: empieza con el negocio, no con la tecnología.
- En segundo lugar define retos que podamos resolver con esta tecnología porque es importante saber si es realmente un reto para la inteligencia artificial. A veces ya estamos ansiosos de utilizarla y la usamos para resolver un reto que simplemente es una mejora de procesos y se puede resolver con métodos tradicionales.
- Por último, haz una lista de tus retos de negocio y su posibilidad de solución para generar un plan de ruta de lo que quieres lograr con la IAG y cuál sería el aporte en beneficios, en retorno de inversión, una vez que los resuelvas.
“La estrategia varía mucho de empresa a empresa pero nosotros recomendamos que sea de esa manera, porque si no va a ser un poco de prueba y error. Que sea un enfoque más estratégico, no quiere decir que de repente no nos vayamos a equivocar, pero ya tenemos ‘un norte’ para el impacto que va a tener la IAG en el negocio”.
Argenis aclaró que la IAG tiene sus riesgos: “aunque es una fuente muy buena de información y de conclusiones tiene temas que siempre, por lo menos en el corto y mediano plazo, implican un humano en el lazo”.
“Por ejemplo, si le doy datos un poco inexactos puede llegar a conclusiones que no necesariamente están basadas en la realidad. Suena raro pero es así. Incluso como te lo plantea lo puedes dar como muy cierto pero son datos o hechos y en algunos casos jurisprudencias que no han pasado, entonces hay que tener cuidado con ese tipo de cosas, porque te puede ayudar a tomar una decisión que no sea la más adecuada basada en un dato erróneo”. Por eso, añadió, siempre se habla del humano en el lazo, porque es importante tener el resultado que nos da la herramienta, pero sí ser valorado por un ser humano al menos en estas primeras tecnologías precisamente para evitar el impacto del sesgo. “Si yo tomo una herramienta y la entreno con datos de decisiones que yo tomé en el pasado y sin saber en ocasiones tomé decisiones basadas en sesgos, ahí qué va a hacer la inteligencia artificial: replicar ese mismo algoritmo que ya aprendió”.