Las constantes crisis económicas en Latinoamérica han obligado a muchas mujeres a incorporarse al mercado laboral y a su vez esto ha propiciado una incipiente apertura cultural: cada vez son más las mujeres que lideran o son dueñas de una empresa.
Sin embargo, este número sigue siendo mucho menor en comparación con los hombres, y aún hoy en día para el sexo femenino es más difícil alcanzar puestos gerenciales y ser tomado en cuenta para hacer negocios.
De acuerdo con María Peña, directora senior de Emprendedurismo y Desarrollo Económico de Vital Voices, el rezago empresarial de las mujeres tiene diversos factores, pero entre los más importantes destacan la cultura, la falta de educación, las escasas opciones de desarrollo, la falta de apoyo tanto del sector público como del privado, y sobre todo, la baja autoestima que aún prevalece en el género femenino.
“Algo que hemos identificado dentro del sector empresarial femenino es que las mujeres no están integradas dentro de las cadenas de suministros y trabajan prácticamente aisladas. Esto se debe en parte a que desconocen cómo integrarse, y también que culturalmente seguimos viéndonos como competidoras y no como colaboradoras”, explicó.
Agregó que aunque en la región se ha trabajado mucho en promover el desarrollo social de la mujer a través de microempresas, para las mujeres que ya están en un nivel de pequeña y mediana empresa no hay opciones, y son las que necesitan un mayor impulso para hacer despegar su negocio.
“La mayoría de los programas gubernamentales se enfocan en la creación de negocios, más no en mantenimiento y crecimiento de éstos, y es aquí en donde queremos alzar la voz para que se tomen medidas en conjunto al respecto”, resaltó.
Para combatir dicho rezago, Vital Voice Global Partnership se ha dado a la tarea de promover el empoderamiento empresarial de las mujeres, creando redes entre la iniciativa privada y los diferentes gobiernos, cuya finalidad es que las mujeres aprendan a apoyarse, asesorarse y hacer negocio entre sí.
La organización nació en 1998 producto de una iniciativa gubernamental apoyada por la entonces primera dama de Estados Unidos, Hillary Clinton, y posteriormente se convirtió en una organización sin fines de lucro.
En los años que llevan trabajando han logrado crear una red de liderazgo que incluye a más de 10 mil líderes de 144 países, quienes han capacitado y han servido como mentoras de 500 mil mujeres empresarias y emprendedoras.
“Hace un año iniciamos con esta red en Latinoamérica, y ahora estamos justamente en México para lanzar y expandir nuestro trabajo aquí. Al ser una de las economías más importantes de la región, es sumamente importante para nuestra labor identificar alianzas y oportunidades para brindar valor a esta red que queremos formar”, comentó Eugenia Podestá, directora de Vital Voices para Latinoamérica y el Caribe.
Una de las principales necesidades que aquejan a las mujeres empresarias y emprendedoras para hacer crecer su negocio es el acceso a asesoría y educación en materias como tecnología, aspectos gerenciales, innovación, entre otros.
Es por ello que durante este año, la organización, en alianza con algunas empresas y organismos empresariales, llevará a cabo una serie de seminarios en donde se incluirán sesiones sobre exportación, inglés para negocios, mercadeo, prácticas de recursos humanos, tecnología y mercadeo.
La importancia de empoderar a las mujeres empresarias radica en que son una población creciente y demográficamente importante en la región, y en muchos de los casos, son el sostén de sus hogares.
Tan sólo en México –de acuerdo con cifras de la Encuestas Nacional de Ocupación y Empleo- el número de mujeres a cargo de empresas en nuestro país creció 38.9 por ciento en el último año; mientras que en Brasil se espera un aumento de 42 por ciento en este rubro para el año 2020.