Perla Oropeza / EL FINANCIERO
La generación Z empieza a irrumpir en el mundo laboral y a dejar claro que no seguirá los pasos de los millennials.
Estos jóvenes, nacidos a partir de 1995, nacieron sin la aversión al riesgo que tienen sus antecesores, poseen mejor cultura financiera y son mucho más emprendedores, asegura Roberto Castro, entrenador de potencial humano de LC Coaching & Consulting.
“Esa generación va a comenzar a apoderarse de la economía; manejan muy fácilmente el nuevo estilo de comercio, sin miedo, son más arriesgados, mientras que 35 a 40 por ciento de los millennials teme mucho a esta nueva forma de vender o comprar.”
En el aspecto laboral, quienes están en los albores de sus veinte tienden a un mayor arraigo en el empleo. Los seducen las empresas donde hay innovación y crecimiento. En cambio, sus antecesores tienen una cultura laboral nómada, van de un lado a otro en busca sobre todo de reconocimiento.
“Incluso la forma en que se relacionan en las redes sociales es una búsqueda de reconocimiento, y por eso las empresas tienen que buscar mecanismos para hacerlos sentir apreciados”, consideró Castro.
“La generación Z apuesta mucho a experimentar, a experiencias vivenciales, aprenden y después ejecutan. Los millennials, en cambio, quieren aprender pero no ejecutan, no llevan a la práctica. Es una generación un poco asustada por los cambios que ha visto, todavía le tocó la transición de lo mecánico a lo digital, mientras que la generación Z ya nació con esta revolución tecnológica”
De acuerdo con el experto, los millennials fueron testigos de las crisis económicas del país y eso los ha hecho mucho más inseguros en su forma de relacionarse y de invertir. Es, dice, una generación muy endeudada, por compras que a veces tienden más a cubrir un aspecto emocional que uno real.
Por otra parte, es gente que se ha preparado mucho, que invierte en educación, en parte porque ese fue el mensaje de sus padres, que la educación les abriría las puertas al éxito.
En cambio, la generación Z prefiere los tutoriales y los diplomados, o entrenamientos para aprender un fin de semana.