Ya no habrá espacios cerrados para el visitante, con la app que desarrolla el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Incluirá recorridos en 360 grados para explorar los sitios más resguardados de la ciudad prehispánica.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que trabaja en un proyecto para compartir con todo el mundo las riquezas arqueológicas que componen el sitio de Teotihuacan.
Mediante una aplicación informática, actualmente en desarrollo y que se denominará ‘INAHgotables innovaciones en Teotihuacan’, se trasladará virtualmente éste y otros espacios arqueológicos a computadoras y teléfonos móviles con sistemas operativos iOS y Android, a fin de difundir la riqueza patrimonial de este sitio, y favorecer su mejor disfrute y conservación.
De acuerdo con los gestores del Patrimonio Cultural y Asesores Educativos de la Zona de Monumentos Arqueológicos de Teotihuacan, Roberto Rodríguez Rosales, Ricardo Martínez Moreno y Juana Mendoza Rivero, quienes trabajan en el diseño de esta aplicación junto con el desarrollador web independiente, Javier Alonso Rodríguez, la idea del proyecto surgió en mayo de 2020.
Ese mes, ya con la zona cerrada como medida preventiva para evitar contagios de la COVID-19, se planteó la posibilidad de continuar brindando oferta cultural, en primera instancia, a las comunidades que habitan el valle de Teotihuacan, aunque luego los horizontes se ampliaron a todo el público interesado en saber más de la gran metrópoli prehispánica.
Así, iniciaron los trabajos para digitalizar el recorrido por Teotihuacan: las pirámides del Sol y de la Luna, el Templo de la Serpiente Emplumada y la Calzada de los Muertos, así como los museos Beatriz de la Fuente y de la Cultura Teotihuacana.
“Tenemos ya digitalizados 34 sitios –comenta Roberto Rodríguez– pertenecientes al área nuclear y a espacios poco conocidos como los barrios de Tetitla, Tepantitla y Atetelco, o el Centro de Estudios Teotihuacanos (CET)”, así como lugares que, por motivos de conservación o de investigaciones en curso, están cerrados al público, caso de los conjuntos de Teopancaxco, Quetzalpapálotl y La Ventilla, o el túnel del Templo de la Serpiente Emplumada.
La aplicación incluirá recorridos en 360 grados, además de un apartado denominado ‘Investigadores’, el cual tendrá videos con entrevistas de los expertos que encabezan proyectos arqueológicos en Teotihuacan: Rubén Cabrera, Sergio Gómez y Julie Gazzola, entre otros. Asimismo, prevé incluir artículos u otros textos que evoquen a los arqueólogos que desde hace más de 120 años indagan en la zona arqueológica: Leopoldo Batres, Manuel Gamio, Ignacio Bernal y René Millon, entre otros.
Además de recrear la experiencia de visitar a distancia la zona arqueológica desde cualquier lugar, la herramienta también permitirá el acceso virtual a personas con discapacidad motriz, por ejemplo, a la cima de la Pirámide del Sol, así como cedularios en audio para el público con discapacidad visual.
“La aplicación ofrecerá alternativas, por ejemplo, ahora que estamos en contingencia sanitaria no se pueden impartir talleres presenciales, por ello, una sección de la plataforma contendrá talleres en video para que niños y jóvenes que acudían al CET, puedan tomarlos desde sus dispositivos”, explica Javier Alonso.
La expectativa de los desarrolladores es que la aplicación esté a disposición del turismo, así como de las personas que habitan la periferia de Teotihuacan, en diciembre próximo, una vez afinados todos los detalles técnicos, de contenido y normatividad.
Uno de los espacios que quedarán al descubierto con esta app es la Cueva del Soruco, ubicada en el área posterior a la Pirámide del Sol. Esta cueva fue modificada en tiempos prehispánicos para funcionar como un marcador solar, registra el cenit del astro los días 19 de mayo y 25 de julio, 20 minutos después del mediodía, a la vez que otros fenómenos celestes, uno de los cuales se observa los días 24 de mayo y 20 de julio, cuando la estela de luz que ingresa desde su abertura, ilumina una laja rectangular de piedra colocada sobre un altar.
Por sus dimensiones –5.0 m de largo en dirección este-oeste y 4.20 m de altura–, dicha cueva, nombrada en homenaje al arqueólogo que la exploró, Enrique Soruco Sáenz, no está abierta a la visita pública, sin embargo, mediante el nuevo proyecto del INAH podrá ser recorrida de manera digital.