Convertida en una superstar, que atrae no sólo por su obra artística, sino por una historia personal trazada en un complejo lienzo, Frida Kahlo tiene todavía secretos por descubrir.
El Museo Frida Kahlo, también conocido como Casa Azul, ofrece a partir de este sábado 24 de noviembre una peculiar exposición, compuesta por vestuario, adornos y objetos personales que permiten acercarse a las múltiples facetas que tuvo la artista.
Dicen que la apariencias engañan, y Kahlo muestra en una de sus obras cómo bajo un elegante y colorido vestido de tehuana, vive un ser humano que espera con “la angustia guardada, la columna rota y la inmensa mirada”, moviendo su vida “cercada de acero”.
En la exposición Las apariencias engañan: los vestidos de Frida Kahlo, se muestran los últimos hallazgos realizados en la Casa Azul, que incluyen alrededor de 300 prendas que ella utilizó de manera cotidiana.
La curadora de la muestra, Circe Henestrosa, comentó que junto a los vestidos se descubrió una fotografía en donde aparece la familia materna de la artista con vestidos en la tradición tehuana, lo que demuestra que ésta forma parte de su identidad y no sólo utilizó la indumentaria para complacer a Diego Rivera, como señalan algunos de sus biógrafos.
“Si bien yo no niego esto, porque ellos eran fuente de inspiración el uno del otro, creo que hay razones más intrínsecas en la elección de este vestido, que viene de la región del istmo de Tehuantepec, donde la mujer administra la sociedad.
“Este vestido simboliza una mujer fuerte y a Frida la ayudaba a proyectar sus convicciones políticas y también su mexicanidad. La parte de discapacidad juega un papel muy importante, porque también le va a ayudar a cubrir sus imperfecciones físicas.
“Ella construye una geometría propia, una relación muy interesante entre su vestido y su propio cuerpo, en la que sobresale la feminidad contrastada por el dolor físico y el dramatismo.
En 1937, Frida fascinó a Vogue, que le dedicó la portada de un artículo en su edición. Su arreglo personal, con un estilo único, tenía elementos que hoy en día nos parecen contemporáneos. Mezclaba telas y detalles de diversas partes del mundo, como motivos chinos, blusas europeas, telas de Estados Unidos o París, para incorporarlos como parte de su indumentaria.
No resulta difícil entender que entre sus fragancias favoritas estuvieran las de estilo oriental, de moda en ese entonces, como Shalimar de Guerlain –inspirada en la historia de amor que desembocó en la construcción del Taj Mahal– o Emir, un perfume creado por Dana en 1935 y ya descontinuado.
Debido al pequeño espacio de que se dispone en la Casa Azul, en Las apariencias engañan: los vestidos de Frida Kahlo, se exhibirán sólo nueve looks, que se irán rotando cada cinco meses para darle oportunidad al público de verlo.
También se exponen vestidos realizados por diseñadores contemporáneos, inspirados en el mito Frida.
El Museo Frida Kahlo se ubica en Londres 247, Del Carmen, Coyoacán. Está abierto martes de 11:00 a 17:45 y miércoles a domingo de 10:00 a 17:45 horas. Donativo de entrada: $75 público en general; $55 con credencial o identificación nacional; $35 estudiantes y maestros con credencial vigente. Permiso para tomar fotografías: $60 público en general; $10 estudiantes con credencial vigente.