Expertos resaltan el potencial que se abre con la relocalización, aunque también observan obstáculos para lograrlo.
Con el nearshoring, nuestro país se encuentra ante la posibilidad de recuperar la porción de mercado perdida en Estados Unidos en microprocesadores y abrir nuevas oportunidades en industrias como la automotriz.
De acuerdo Isidro Morales, consejero del Instituto para el Desarrollo Industrial y la Transformación Digital (INADI), “México, que llegó a abastecer 15 por ciento de las importaciones de microprocesadores de Estados Unidos, ha sido desplazado por los países asiáticos, ya que en 2021 sólo le proveyó el 3 por ciento”. Pero, añade, “la posibilidad de que pueda recuperar su porción de mercado al norte de su frontera es sin duda posible”.
Coautor en el libro Nearshoring: La oportunidad de un nuevo desarrollo económico y social para México, publicado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Isidro Morales plantea que también se podrían abrir oportunidades en el sector automotriz, el más integrado entre los dos países, en áreas como baterías para automóviles eléctricos.
Dice que varios estudios coinciden en el potencial que tiene México para aprovechar la relocalización, pero también resaltan los principales obstáculos, como la incertidumbre que permea el clima de inversiones en el país, derivado de las modificaciones en la Ley de Industria Eléctrica (LIE), el clima de inseguridad y la falta de infraestructura, sobre todo en materia de interconexión eléctrica.
Isidro Morales explica que la enmienda a la LIE ha provocado una controversia en el marco del TMEC, debido a que, junto con otras medidas tomadas por el gobierno mexicano, ha afectado las inversiones de EU y Canadá, al dar un trato preferencial a empresas estatales como la Comisión Federal de Electricidad, lo cual es violatorio a los principios del tratado.
“Es muy probable que tarde o temprano se active un panel que la impugne. La apuesta de AMLO podría ser que un laudo desfavorable a México se emita al final de su sexenio, dejando la solución legal del conflicto a la siguiente administración”, considera el investigador.
Por lo pronto, “no se vislumbra en el mediano plazo la articulación de una nueva propuesta que acomode los intereses mexicanos a la nueva realidad geopolítica en la que se encuentra”.
Y queda por ver si se aprovecha en México la oportunidad de tener como vecino a un país que “a pesar de haber inventado el chip, sólo produce nacionalmente el 10 por ciento de sus requerimientos, mientras que el 75 por ciento de la producción global proviene de los países asiáticos”, y que hoy busca revertir la vulnerabilidad tecnológica que se hizo más que evidente con la pandemia.