¿Debo prestar dinero a mis familiares o amigos?
La respuesta es NO, a menos que ese dinero no sea importante para tu equilibrio financiero y que estés dispuesto a correr el riesgo de no volverlo a ver.
De hecho, de acuerdo con una encuesta realizada por Provident, proveedor de préstamos a domicilio en México y la empresa de estudios de mercados GfK, la probabilidad de que ese dinero regrese a tus manos es de 40 a 45 por ciento.
Lo cierto es que, aunque existe una importante disponibilidad de créditos en el mercado mexicano, la petición de dinero a familiares o amigos es una práctica común.
El 43 por ciento de los clientes de Provident encuestados indican que sus familiares o amigos les han pedido dinero prestado en los últimos seis meses y en el caso de los hombres, el porcentaje incrementa a 47 por ciento.
De ese porcentaje, 55 por ciento de quienes afirman que han prestado dinero a sus familiares indican que no han recibido de vuelta el pago por el dinero prestado y en el caso de las mujeres, este porcentaje aumenta a 60 por ciento.
La encuesta realizada entre clientes de Provident refleja que si bien existe suficiente información sobre finanzas personales en el mercado, ésta no necesariamente ha permeado a todos los niveles, pues alrededor de 60 por ciento toma las recomendaciones de la televisión y 53 por ciento pide consejo a sus familiares o amigos antes de tomar una decisión financiera.
En el caso de Internet, alrededor de 52 por ciento consulta información de estas fuentes para orientarse acerca de finanzas mientras que sólo 15 por ciento reporta haber obtenido información de cursos para adultos, como los enfocados en educación financiera.
La encuesta fue realizada recientemente vía telefónica y a través de Internet a una muestra de alrededor de 300 clientes de Provident México, de los cuales 66 por ciento son mujeres y 34 por ciento hombres. La edad del 70 por ciento de los encuestados oscila entre los 25 y 55 años. El 27 por ciento del total sólo tiene educación primaria, 37 por ciento secundaria y alrededor del 30 por ciento sigue estudiando o tiene una carrera trunca.