Si en el pasado México fue pionero en el desarrollo de tecnologías, como la que propició la televisión a color, o sus científicos han colaborado en proyectos de trascendencia como en el caso de la computadora Watson de IBM –la supercomputadora más avanzada que haya creado la humanidad– ¿por qué entonces en este país no ha nacido una compañía tecnológica del tamaño de un Google, Microsoft, Nokia o Sony?
¿Qué es lo que frena que en el país o en toda Latinoamérica no despunten proyectos tecnológicos si, en este caso, México se encuentra a lado de Silicon Valley, la región tecnológica más boyante del planeta y en la que todavía hace cincuenta años se cosechaban manzanas?
¿Es la escasez de inversiones, el desinterés o simplemente no está en los genes de los mexicanos desarrollar proyectos tecnológicos?, ¿por qué no se contagian de ese virus generador de tecnología, como sí ha ocurrido ya en la India con su parque Bangolore, en Rusia con su Skolkovo y hasta hace muy poco en Brasil con su Silicon Valley brasileño llamado Santa Rita do Sapucaí?
Las respuestas pueden ser varias, como por ejemplo una escasa cultura empresarial, carencias de recursos, legislaciones poco impulsoras e incluso la corrupción que en ocasiones se genera en la tramitología.
No puede negarse que existan programas gubernamentales de impulso tecnológico, que si bien en algunas ocasiones han resultado fallidos como el Enciclomedia, otros han sido exitosos como el programa TechBA de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia y la Tecnología (Fumec).
Otros más apenas arrojan resultados cuantificables, como el Prosoft de la Secretaría de Economía (SE) o el proyecto eMéxico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), todos sin contar los que desde siempre han impulsado el Conacyt, la UNAM, el Politécnico a través del Cinveestav y recientemente el Tecnológico de Monterrey.
La iniciativa privada y organismos civiles también hacen su parte. Microsoft, HP, Intel, Cisco e IBM, por ejemplo, promueven la inclusión de mexicanos en el desarrollo de sus nuevas tecnologías.
Mientras, los organismos del sector, tanto en tecnologías de la información como en telecomunicaciones, como la AMITI, Amipci, Canieti o la Observatel, cada una en su campo, promueven una Agenda Digital Nacionalque coloque a México en una mejor posición en materia de desarrollo tecnológico, en adopción de nuevas tecnologías y en última instancia, en un lugar más competitivo. Sin embargo, los resultados se perciben poco.
Con estos apoyos, por muy mínimos que parezcan, ¿por qué las startups mexicanas no despegan en México como se quisiera?
De acuerdo con especialistas como Luis Ricardo Rodríguez, experto en competitividad de la consultora KPMG, las tecnológicas mexicanas enfrentan variados desafíos desde su nacimiento.
El analista sostiene que o “no existe la difusión debida como se hace con otras inversiones o no se fomenta -el desarrollo tecnológico-”, no obstante, por ejemplo, que México es un país más competitivo en costos para invertir en tecnología.
“Si lo vemos desde el punto de vista de los costos, México es atractivo. Si nos comparamos con diez países desarrollados, México es una alternativa más viable que Canadá, el Reino Unido, Alemania, Japón e indudablemente que Estados Unidos para establecer aquí centros de investigación.”
Asimismo, añade el experto, en México existen los “componentes” para generar tecnología; sin embargo, el país está lejos de encontrarse dentro de los parámetros en el desarrollo de la misma.
“Existen los componentes que se requieren para desarrollar a México en tecnología, todavía están allí. Hay mucha gente preparada. En Monterrey o la ciudad de México existe una oferta de calidad”, menciona Luis Ricardo Rodríguez.
Lo que falta entonces, apunta, es encontrar la vocación del país en tecnología y desarrollarla, sólo así se pueden conseguir proyectos de éxito.
“Debemos buscar vocaciones, porque si continuamos así y nos atenemos a los parámetros internacionales en desarrollo de tecnología, entonces estamos hablando de más atraso.”
Además, en abril de 2010, el Foro Económico Mundial reveló un estudio, Índice de Preparación Digital, en el que evaluaba el avance de 138 naciones en materia digital, en el uso de, por ejemplo, Internet de parte de sus ciudadanos y empresas.
Dicho índice destacó que Suecia es el país más competitivo en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, mientras que Chad fue último rankeado.
Ninguna nación de América Latina apareció entre las primeras veinte posiciones. Chile fue el mejor ubicado con el sitio 39, más abajo Brasil con el lugar 56 y México con el puesto 78, mientras que Argentina se situó en el puesto 96.
En el reporte 2012, presentado el pasado 4 de abril , México apenas gana dos escalones, para ubicarse en el lugar 76. Chile se mantuvo en el 39 y Brasil cayó al 65, mientras que Argentina subió al 92.