Por dentro y por fuera el nuevo Museo Soumaya sorprende. El edificio que lo alberga, con sus miles de hexágonos, parece un enorme panal que se levanta y se dobla al mismo tiempo. La luz se resbala por sus paredes, caprichosamente curveadas.
Tan sólo entrar, el visitante se encuentra con un amplio espacio, sólo ocupado hasta ahora por una escultura de Rodin y un mural de Rufino Tamayo. Allí inicia el ascenso en espiral, que recuerda un poco al Museo Guggenheim de Nueva York.
Uno puede elegir entre tomar ese camino o ascender por el elevador o las escaleras, donde en el primer descanso se encuentra una de las ocho réplicas exactas de La Piedad de Miguel Ángel que hay en el mundo.
Las seis salas de este museo, inaugurado en marzo de 2011, son un paseo por siglos de arte. Antiguos maestros novohispanos y europeos; arte mexicano, paisaje, impresionismo, primeras vanguardias. Lo mismo Van Gogh, Monet, Joan Miró, Salvador Dalí o Picasso, que Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Pero también son un espacio para mostrar la historia y el legado de los mexicanos a este país. Es sin duda un recinto de talla mundial que en su primer mes acumuló más de 125 mil visitas.
La increíble expedición concluye en el último piso, con altos techos y sin columnas, donde la más completa colección de las obras de Rodin se reúne con esculturas de artistas como Salvador Dalí.
Aunque falta señalización para hacer más grata la visita, los amplios espacios y pasillos evitan los tumultos que muchas veces se registran en otros museos y permiten apreciar adecuadamente las obras.
Ubicación: Miguel de Cervantes Saavedra 303. Col. Ampliación Granada. México, 11529, DF. Entrada libre.