El desarrollo del turismo no fue casualidad, sino resultado del esfuerzo de los habitantes de la ciudad por sacarla de la ruina.
Guanajuato Capital, que en la actualidad recibe alrededor de 2 millones de visitantes al año, encontró su vocación turística en los años 30, cuando entendió que esta actividad podría ayudar a recuperar su economía, devastada tras la la Guerra Cristera.
En la última década del siglo XIX y la primera del XX, con el ferrocarril, la introducción de maquinaria y la electricidad, era una ciudad estrictamente industrial, y ya entonces se convirtió en foco de atracción de viajeros que buscaban oportunidades y riquezas, informó el historiador José Eduardo Vidaurri Aréchiga, investigador de la Universidad de Guanajuato.
Al participar en el seminario permanente de la Red de Estudios de Historia del Turismo en México, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Vidaurri comentó que tras la Revolución y principalmente la Guerra Cristera, Guanajuato Capital se convirtió en una ciudad fantasma, “muerta en lo económico, abandonada”.
En ese momento, un grupo de habitantes veteranos ve en el turismo una opción para recuperar su economía. Para el gobierno federal de entonces, el turismo era una “importantísima rama de la propaganda nacionalista”, pero para Guanajuato era la oportunidad de hacer resurgir la riqueza.
En 1930 se crea la Comisión Mixta Proturismo en Guanajuato, que como primera medida decide impulsar la promoción, con la edición de un millón de folletos —500 mil en español y 500 mil en inglés— que se enviaron a hoteles de Estados Unidos y Canadá para ser entregados a potenciales turistas. Asimismo, contrató espacios de divulgación en la revista National Geographic.
Los integrantes del comité buscaron recuperar de la tradición oral una serie de consejas y leyendas de aquellos tiempos de bonanza del siglo XVIII, como la del Callejón del Beso, y desarrollaron guías para viajeros. De hecho, ellos fueron quienes diseñan el primer cartel para promover Guanajuato, “en una época en que no existía la Universidad, ni el Festival Cervantino, no había ninguno de los elementos icónicos que hoy nosotros consideramos fuertes para la proyección de la ciudad”, expuso José Eduardo Vidaurri.
“Sólo tenía las momias, los templos en su estado muy natural, la mayoría con problemas fuertes de humedad o de otro tipo, pero existía la disposición de los viejos vecinos que estaban viendo que su Guanajuato se les caía, se les desvanecía entre las manos y en un razonamiento muy lógico pensaron que si la ciudad no era fea, pues tal vez era conveniente aprovechar su belleza para convertir al turismo en una rama de nuestra economía”.
Las momias, de hecho, han resultado atractivas para el viajero desde mucho antes que la famosa película de El Santo, realizada en 1972. En 1895, ya se mencionan en la Complete Guide and Descriptive Book of México, de Reau Campbell, y se incluye una fotografía de las catacumbas donde se exhibían.
El Museo de las Momias de Guanajuato recibió en 2023 la visita de 547 mil 502 personas, 3,847 más que en el 2022. Por el concepto de accesos, el recinto más famoso de Guanajuato Capital recaudó un total de 42 millones 286 mil 857 pesos en todo 2023. Esta cantidad es la segunda percepción más importante del municipio después del impuesto predial.
El Cervantino, la Fiesta del Espíritu
En 1938 se presentó por primera vez en Guanajuato un personaje que fue crucial para la transformación de la ciudad en materia turística y cultural: Enrique Ruelas, quien con un grupo de guanajuatenses montó una obra en el Teatro Juárez, que estaba en desuso, y esta actividad teatral dará 20 años después origen a la fundación de la Compañía de Teatro Universitario, que en 1952 presenta seis pequeñas obras de Miguel de Cervantes Saavedra, que conocemos como los Entremeses Cervantinos y que en su temporada número 20, en1972, se convertiría en el Festival Cervantino, la llamada Fiesta del Espíritu que dio a la capital una fuerte proyección cultural.
Más adelante, en 1982, declaran a Guanajuato zona de monumentos históricos y en 1988 la UNESCO la incorpora a la lista representativa del Patrimonio Mundial.
Guanajuato capital recibió en 2023 alrededor de dos millones de turistas, que significan una derrama económica anual de cinco mil millones de pesos. De acuerdo con datos de la Dirección General de Desarrollo Turístico, en la actualidad hay en la ciudad 147 hoteles con cerca de 4,200 habitaciones, lo que representa un incremento de 20 por ciento en comparación con 2018.