Cada año más de 300 mil mexicanos son diagnosticados con diabetes tipo 2 y otros cien mil con diabetes tipo 1. Aunado a ello, el número de pacientes sin diagnóstico se estima en otros cientos de miles. Es por ello que es necesario crear conciencia de la importancia de evitar factores que puedan detonar el padecimiento y aplicar el tratamiento adecuado para que el paciente tenga una buena calidad de vida.
Recientemente llegó a nuestro país la tecnología PARADIGM® VEO™, la cual consiste en la innovación de bombas de insulina que además monitorean de manera constante los niveles de glucosa con lecturas cada cinco minutos las 24 horas del día. En 2006, Medtronic introdujo la primera bomba de insulina con monitorización continua de glucosa (MCG).
Esto, de acuerdo con la empresa fabricante y desarrolladora de la tecnología, Medtronic, ayuda a identificar patrones personales y alertas que ayudarán a evitar o reducir al mínimo las posibles bajadas y subidas de los niveles de glucosa.
Asimismo, estos aparatos utilizan los datos proporcionados por el sensor para interrumpir automáticamente la administración de insulina, lo cual ofrece protección contra los episodios hipoglucémicos potencialmente peligrosos, según especialistas.
Aunque puede ser un tratamiento recomendado para pacientes con diabetes tipo 1, con la supervisión y diagnóstico de un médico se puede determinar si los diabéticos tipo 2 pueden utilizarla.
No todos los pacientes son candidatos ya que deben contar con conocimientos sobre la medición de la glucosa y sobre todo estar conscientes de la importancia de su participación en el cuidado de su salud.
La diabetes tipo 1 se diagnostica comúnmente en desde la infancia, aunque puede presentarse a cualquier edad. En este padecimiento el páncreas produce muy poca o nada de insulina, es por ello que los pacientes necesitan inyecciones de esta sustancia para que las células puedan absorber y procesar la glucosa en su organismo.
De acuerdo con especialistas como el doctor Fernando Lavalle, Coordinador del Programa Estatal para la Alimentación Saludable y la Actividad Física, este tipo de dispositivos son el camino para el desarrollo de un “páncreas artificial” que en un futuro ya no requerirá de la programación constante de las personas.
El dispositivo tiene un costo de aproximadamente 88 mil pesos, mientras que los insumos mensuales rondan los dos mil 600 pesos. Sin embargo la empresa fabricante cuenta con sistemas de financiamiento y el costo del aparato esta cubierto por algunos seguros médicos.
Este tratamiento por el momento sólo se puede adquirir en el sector privado, y debe consultarse a un especialista para su programación. La empresa brinda además entrenamiento para pacientes.