Con el aterrizaje de empresas del sector aeronáutico, principalmente la canadiense Bombardier, Querétaro se ha transformado en los últimos cinco años en uno de los estados con mayor presencia del sector en el país.
La apertura de este tipo de industrias en el estado sería impensable sin el esfuerzo desarrollado por diversas organizaciones educativas para satisfacer la creciente necesidad de capital humano especializado, que permita garantizar la calidad de la producción.
Las empresas del ramo, con necesidades tecnológicas y de proveeduría específicas, han dado un impulso significativo a la economía local, a tal grado que en la actualidad emplean a cuatro mil 890 personas, y se calcula que en los próximos tres años se dará un crecimiento del sector de 255 por ciento.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable estatal, en el territorio queretano hay 50 participantes de la industria aeronáutica, entre empresas de manufactura, centros de investigación y desarrollo, e instituciones educativas que tienen programas especiales, como la UNAQ y el Tecnológico de Monterrey.
Precisamente en esta última institución surge el Centro de Desarrollo para la Industria Aeronáutica (Cedia), creado en 2006 ante la necesidad de impulsar la formación de profesionales especializados, así como apoyar el desarrollo de proveedores y soluciones tecnológicas para el sector, basado en un modelo de colaboración universidad-empresa.
Simulador de vuelo
Uno de los proyectos en los que se ha trabajado en los últimos tres años es el simulador de vuelo, que tiene dos versiones: el ubicado en una cabina real de un Boeing 737, y el equipo portátil, que es desarmable y se puede llevar a exposiciones, indica Rocío Cuéllar, una de las asistentes de investigación del centro.
“Además tenemos la turbina en la que se explica a los alumnos todos los principios de turbomaquinaria, y un equipo de aeromodelismo que en principio comenzó para volar aviones que se compraban completos, pero ya van dos que se diseñan completamente aquí.”
“En el proyecto del simulador hemos procurado que cada uno de los instrumentos luzca como los de un avión real. Anteriormente se utilizaban una gran cantidad de cables, porque en cada componente había uno que era llevado a tarjetas concentradoras, para conectarlos a la computadora central.
“Lo que nosotros estamos haciendo es ponerle inteligencia a estas tarjetas, ya tienen un FGPA, que es un chip completamente en blanco que nos permite configurarlo de acuerdo a como lo necesitemos, ya sea lógica programable, como microprocesador, como microcontrolador y hacemos que se comunique vía un cable USB, que es el que va a llegar a la computadora y permite que cada uno de los módulos tenga inteligencia.”
Es un trabajo en el que han participado estudiantes de las carreras de diseño industrial, ingeniería electrónica y mecánica, arquitectura y mecatrónica, y que cada vez despierta mayor interés no sólo entre los alumnos sino entre las empresas
“No es una plataforma que se termine y ya; ahora se está trabajando con USB, pero se está migrando a un protocolo que utilizan en la industria automotriz, que se llama CAN (acrónimo del inglés Controller Area Network), que compañías como Boeing ya están intruduciendo en sus aviones y posteriormente se busca que los instrumentos sean inalámbricos.
“A la par que va avanzando, también se modifica. Estamos viendo con compañías como Aeroméxico o Interjet si se puede desarrollar equipo para ellos y también con Bombardier para construir, junto con la UNAQ, un simulador para el Learjet 85, que es el que están fabricando aquí en Querétaro.
El simulador se ha ido también a presentar a Chicago, al Instituto de Aeronáutica y Astronáutica y a Boeing, lo que nos ha permitido confirmar que vamos por el camino correcto.
Materiales compuestos
Otro programa del Cedia es el orientado a los materiales compuestos, esenciales para la fabricación de componentes de la industria aeronáutica. Se trata de mezclas de base resina o polimética, con fibras de carbono o vidrio, y metales como aluminio o titanio.
La unión de diversos materiales es lo que logra que se alcancen propiedades mecánicas mejores y lo que los mantiene adheridos es la matriz, es el polímero.
También existen materiales preimpregnados con la cantidad de resina o catalizador, vienen a temperaturas de menos 18 grados centígrados y a la temperatura ambiente el polímero empieza a catalizar y solidificarse. Principalmente se utiliza en partes estructurales de aviones, largueros, marcos de ventanas, vigas.
“Industrias establecidas en Querétaro ya hacen este proceso de fabricar el material laminado para el marco de la ventana y después instalarlo en la pieza del avión. Nuestra intención con aquí es enseñarle al alumno cómo se fabrica un laminado de este tipo y además realizar ensayos para verificar sus propiedades mecánicas”, dice Mariana Farat Saldívar, asistente de investigación para la maestría de Sistemas de Manufactura
Se realizan ensayos de tensión, para determinar la resistencia de un material antes de que se fracture. “Además tenemos equipos de ultrasonido para hacer ensayos no destructivos, sobre todo en metales. Permiten ubicar la fractura o el área que está dañada. de qué tamaño sería la grieta, si es que la hay y a qué profundidad. Esto es muy importante porque los aviones no pueden fallar.”