En todos los proyectos donde intervienen, las Fuerzas Armadas demuestran que no están hechas para eso.
La presencia de militares en los sitios turísticos juega muy poco para alentar la visita, pero si además se convierten en constructores y administradores sólo pueden demostrar dos cosas: que saben seguir órdenes y que no están hechos para este tipo de proyectos.
Acapulco intenta recuperarse, pero la inseguridad y la lentitud con la que se reconstruye tras el paso del Huracán se convierten en lastre para lograrlo.
La presencia de las fuerzas armadas, lejos de abonar a la seguridad y garantizar más mano de obra y equipos para las tareas de retiro de escombros y basura, sólo sirve para contribuir al encarecimiento y desabasto en centros comerciales, donde marinos y soldados se llevan carritos repletos de mercancías que pagan con vales o tarjetas de dinero gubernamental.
En las calles sin semáforos de Acapulco, se les ve a veces dirigiendo el tránsito, armados hasta los dientes, un espectáculo que lejos de dar al turista una sensación de seguridad, causa todo lo contrario.
Sí, puede ser muy desagradable ver las fuerzas armadas en un sitio en donde debería ser rara su presencia (¿o ya se olvidó aquello de que los militares deben estar en sus cuarteles?) pero de alguna manera los visitantes entienden que los beneficia en su seguridad.
La avidez de los militares por apropiarse de terrenos en todo el país es visible. Con el pretexto de establecer bases en cada ciudad amenazada por el crimen organizado, se instalan y provocan distorsiones en la convivencia social y la economía local.
Lo verdaderamente grave es que ahora, en otros lugares del país, los militares se hayan convertido en empresarios turísticos, con proyectos que están destinados a ser un fracaso económico y que terminarán pagando todos los mexicanos.
El Tren Maya, Mexicana de Aviación y las Islas Marías son ejemplos.
Centro turístico sin turistas
En las Islas Marías el proyecto turístico dirigido por militares no «despega».
De acuerdo con un reporte de Miguel Velázquez para Publimetro, durante 2023 este centro turístico “ha lucido semivacío, ya que durante su primer año de operaciones solamente recibió a seis mil cuatro personas, es decir, 115 visitantes en promedio a la semana”, cuando se supone que la capacidad de los ferries es de 630 personas.
Según datos divulgados por EmeEquis a finales del 2022, el proyecto total de las Islas Marías sumaba ya los 1,767 millones de pesos, invertidos en remodelación de la aeropista, muelles, construcción de base naval, museo y ferris.
“A pesar de que la inversión de todo el proyecto de las Islas Marías se ha hecho con dinero público, la operación de la venta de los boletos y los tours fue entregada a una empresa privada, ya que es la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) quien opera el sitio web www.visitislasmarias.com” en el que se ofrecen los paquetes de viaje, señala EmeEquis.
La aerolínea de Sedena
La recientemente inaugurada aerolínea Mexicana de Aviación opera en números rojos. Y según el “Análisis Financiero para el inicio de operaciones de la aerolínea del Estado de mexicano” -un documento obtenido por Latinus vía Transparencia-, hasta 2029 lograría un punto de equilibrio, aunque no ganancia, y hasta 2033 supuestamente empezaría a ser redituable. Todo ese tiempo sus pérdidas serían pagadas por el gobierno federal, es decir, por los contribuyentes.
Según datos del gobierno federal, la inversión en este proyecto alcanzó inicialmente 4 mil millones de pesos, a lo que se suma el pago por la marca a los extrabajadores, que habría ascendido a 850 millones de pesos.
La aerolínea estatal podría tener pérdidas de hasta 4 mil 600 millones de pesos en 10 años, “lo que sería el resultado de una precipitada planeación general desde su concepción y su inicio”, señala Francisco M. McGregor, experto en temas de aviación, en un artículo publicado por el portal especializado A21.mx
“Mexicana tiene por ahora una flota de sólo 4 aviones, dos Boeing 737-800 pertenecientes a la fuerza aérea con capacidad para 170 pasajeros y dos aeronaves Embraer 145 rentados a la aerolínea TAR incluyendo tripulaciones con capacidad para 45 y ya nada se ha sabido de los iniciales 10 aviones con que el gobierno se comprometió a iniciar operaciones.
“La operación de Mexicana militar está resultando sumamente costosa porque los aviones vuelan con muy pocos pasajeros y en algunos tramos lo han hecho prácticamente vacíos y eso lógicamente tiene mucho que ver con la falta de planeación comercial que termina llevando a los aviones a destinos que ya son bien atendidos desde hace mucho tiempo por otras aerolíneas” expone Francisco M. McGregor.
El tren militar
El proyecto del llamado Tren Maya se lleva la mayor relevancia por el tamaño de la destrucción de las riquezas naturales de la zona, los recursos que se han canalizado a su construcción y operación, el daño causado al tejido social y las riquezas arqueológicas, y sus deficiencias en organización.
El costo del tren militar se ha disparado año con año. En 2018, cuando era presidente electo, Andrés Manuel López Obrador había calculado la inversión en 120 mil millones de pesos. Más tarde, al inicio de la obra, se convertirían en 156 mil millones de pesos, y según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, hasta junio de 2022 el tren se había gastado 167 mil 341 millones de pesos, con un avance de 40 por ciento de la obra.
En 2023 el tren recibió del presupesto federal 143 mil 73 millones de pesos, con lo que se calculaba que el costo del Tren Maya rebasaría fácilmente los 300 mil millones de pesos.
Para 2024 el proyecto del Tren Maya, aún inconcluso, se habrá devorado más de 551 mil millones de pesos, de acuerdo con cálculos del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Mientras tanto, activistas han documentado una y otra vez el daño causado al ecosistema selvático por «el mal llamado Tren Maya», que avanza en medio de procesos irregulares, falta de planeación y denuncias de corrupción.
Es un proyecto que además de haber arrasado más de 10 millones de árboles y dañar cuevas y ríos subterráneos, significará una pérdida gigantesca y continua de dinero para las arcas gubernamentales.
Para expertos en bienes raíces, el tren sin duda atraerá un mayor interés de negocio, turismo e inversión, pero podría terminar con el “gran encanto” que representa para los extranjeros que visitan la península.
Daniel Narváez, Marketing VP de la plataforma inmobiliaria Lamudi, comentó que ”la región del sureste luce como una prometedora tierra de inversión. Sin embargo, es muy importante que no pierda la esencia de lo que representa para los turistas: conexión con la naturaleza”.
Además crea dudas la instalación en la ruta del tren de seis hoteles administrados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que no tiene vocación de empresario turístico, pero que en este sexenio se ha visto involucrada en todo tipo de negocios.
Este tren conectará las principales ciudades y zonas turísticas de la península de Yucatán, tales como Mérida, Izamal, Chichén Itzá, Valladolid, Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar, Calakmul, Escárcega, Tenosique y Palenque. En total, recorrerá cinco estados de la República: Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco. El recorrido total será de 1,525 km, divididos en tres tramos: Selva (426 km), Caribe (446 km) y Golfo (653 km).