Para algunos sectores de la población en México, el uso de computadoras, internet y dispositivos móviles es algo de todos los días. Sin embargo, aún hay personas en nuestro país con un escaso acceso a la tecnología, y en la mayoría de los casos viene acompañado de un alto rezago educativo.
ENOVA es una empresa social que diseña, construye y opera centros educativos en áreas marginadas (Red de Innovación y Aprendizaje), y precisamente tiene como objetivo acercar la tecnología a los sectores más vulnerables de nuestra población, y mejorar sus habilidades a través de ésta.
“Somos tres amigos en el proyecto, e inicialmente nos dedicábamos a dar consultoría al gobierno del estado de México, y de pronto ya estábamos en el proyecto de construir diez escuelas y éstas se hicieron 70. Hoy en día tenemos 300 mil usuarios y más de 100 mil graduados, a lo largo de 34 municipios.
“La oferta de los centros es básica, e incluye cómo usar una computadora, manejo de internet y paquetería de Office, y cursos de inglés. Todos los cursos son muy accesibles, debido a que los usuarios reciben una beca por parte del gobierno del estado de México”, comentó Jorge Camil Starr, co-fundador de ENOVA.
“El impacto que tiene nuestros servicios en una persona puede ser tan diversos como aprender a usar Excel para optimizar la administración de una miscelánea, hasta desarrollar un interés en el usuario para estudiar una ingeniería. Una persona que tiene una licenciatura gana 56 pesos promedio por hora; mientras que una persona con rezago educativo gana máximo ocho pesos por horas, por eso es tan importante promover el estudio a través de la tecnología”, agregó.
De acuerdo con la empresa social, cerca de 68 por ciento de los usuarios no habían tocado una computadora en toda su vida; 72 por ciento tiene una percepción de menos de cinco mil pesos mensuales, con una familia de por lo menos cuatro personas; 50 por ciento tiene menos de 24 años; y también asisten muchas amas de casa, que ven en la tecnología una forma de poder comunicarse con sus hijos y una manera de incrementar su autoestima.
La beca que otorga actualmente el gobierno del estado de México cubre 80 por ciento de los costos, y el resto lo cubre el usuario, que en promedio hace un desembolso de entre ocho y 20 pesos la hora.
“Para que la gente se acerque a estos programas, debe existir incentivos atractivos. Aunque todos sabemos que a mayor educación, tendremos mayores posibilidades de mejorar nuestra calidad de vida, lamentablemente los incentivos no superen las necesidades más apremiantes, y muchos padres prefieren que el joven se vaya a trabajar para que contribuya al sustento del hogar en lugar de educarse.
“Por ello tenemos que hacer una labor intensa para que los padres entiendan que no hay mejor inversión que la educación de sus hijos”, subrayó el emprendedor social.
Actualmente ENOVA tiene el proyecto de expandirse a Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, pero han teniendo que modificar su modelo de gestión, debido a que se estarían enfrentando a las poblaciones más pobres del país, con mayor rezago educativo, y con los niveles más bajos de capacitación, por lo que es difícil encontrar buenos instructores.
“Queremos primero cubrir zonas urbanas, porque creemos que la pobreza urbana es más cruel que la rural, debido a que la violencia intrafamiliar es mayor; hay más posibilidades de sufrir agresiones dentro de su entorno; la posibilidad de ser atraído por el crimen es muy alta; y hay más acceso a drogas”, concluyó.