Desde hace varios meses las compañías tecnológicas han venido anunciando sus propuestas para convertir al teléfono móvil en una billetera electrónica.
Google, con su tecnología Walett y RIM con el BlackBerry Tag, son dos ejemplos, pero el sector bancario y especialmente los usuarios de Apple tenían gran interés porque el nuevo iPhone 4S integrara la tecnología NFC (Near Field Communication), que permite utilizar al celular como un medio para realizar pagos en cualquier comercio.
Sin embargo, Apple incumplió en esta ocasión con los deseos de sus seguidores.
Ya desde hace tiempo existen métodos para utilizar al celular como una cartera electrónica, por ejemplo, a través de SMS, ya sea en tiendas departamentales, centros de entretenimiento e inclusive en las salas de cine. Y también existen medios de pago como PayPal y agentes bancarios como Visa que han ayudado a consolidar el comercio electrónico a través de esta vía.
También es cierto que desde hace tiempo existen otros medios que utilizan al celular como vehículo de pago. Por ejemplo, Sony desarrolló hace años una tecnología llamada FeliCa, la cual esencialmente consiste en una tarjeta que cuenta con un mecanismo de identificación de radiofrecuencia RFID (Radio Frecuency Identification), que permite hacer pagos electrónicos desde el celular y que es utilizada cotidianamente por los japoneses desde el año 2004.
No obstante, en Occidente el celular sigue siendo desestimado por el consumidor y las empresas como una cartera de billetes de digitales.
Y es que, por diversas cuestiones, algunos usuarios conciben que aún es temprano para utilizar al teléfono como una cartera, pues sostienen que así las empresas, especialmente Google y Apple, tendrían acceso a sus datos privados, a sus hábitos de consumo y podrían además diseñar mejores campañas de marketing, o simplemente porque la delincuencia cibernética aumentaría, dado que en el teléfono se resguardarían datos bancarios de los más básicos.
Los usuarios pueden tener razón en sus argumentos, pero también es verdad que en las nuevas tecnologías, como la del NFC, existen los mecanismos primordiales para frenar a los piratas informáticos y, también, ya están disponibles sistemas de seguridad que protegen al celular en estos casos.
Además debe recordarse que no existe tecnología que sea totalmente segura e inmune a los ataques cibernéticos.
Poniendo en la balanza el uso de celular como billetera, ésta se inclinaría hacia el sentido de los beneficios, pues expertos sostienen que los pequeños comercios se favorecerían, ya que al prescindir del dinero físico disminuiría la delincuencia, pues los ingresos irían directamente a las cuentas bancarias del negocio. Por su parte, el consumidor evitaría las filas de pago y tendría un mejor control de su dinero y la comprobación de en qué lo gasta, en caso de ser necesario.
Asimismo, empresas como Groupon y PezUrbano, plataformas de ofertas, aprovecharían un nuevo mercado, para hacer llegar a los consumidores las promociones de los productos de sus asociados.