El otro día escuché una frase que me encantó:
«Tu vida es como un libro. Cada página es un día, cada capítulo es un año. Y mientras tu vida no sea un best-seller, cada día tienes la oportunidad de reescribir tu historia».
Sin embargo, muchas veces las páginas y capítulos que hemos dejado atrás nos pesan demasiado. Tendemos a basar todo en el pasado, y no nos damos la oportunidad de crecer y aprender cosas nuevas. Le tenemos miedo a la incertidumbre.
¿Estás por empezar un nuevo negocio o una nueva carrera? ¿Sientes que estás en una encrucijada y no sabes qué camino tomar? Tal vez sabes qué hacer pero el miedo y la incertidumbre te tienen paralizado.
Todos los días, a cada minuto, estamos tomando decisiones sobre qué vamos a desayunar, qué ropa nos pondremos, qué ruta seguiremos para llegar rápido a nuestro trabajo, etcétera. Son decisiones cotidianas, rutinarias. Pero hay otros momentos en los que las decisiones que tomamos pueden cambiar el rumbo de nuestras vidas.
La persona en la que te has convertido es el resultado de las decisiones que tú mismo has tomado. Con cualquier decisión que tomamos siempre perdemos y ganamos algo. Pero al final, cuando hacemos un balance y vemos nuestras decisiones en retrospectiva, nos damos cuenta de que generalmente siempre ganamos más de lo que perdemos.
La única manera de crecer y vivir experiencias inimaginables es salir de nuestra zona de confort.
En una oportunidad, uno de mis clientes, que fue clavadista profesional (de los que se lanzan al mar desde unas rocas a alturas muy grandes), me dijo esto: «mientras más tiempo pasaba a la orilla del abismo contemplando hacia donde me lanzaba, más terror me daba. Si no me detenía a pensarlo tanto, era muchísimo más fácil saltar».
La próxima vez que estés en una encrucijada no lo pienses tanto, sigue tus instintos y lánzate porque hay un mundo de oportunidades y aventuras esperando por ti.
Tips que te pueden ayudar:
- La próxima vez que tengas que tomar una decisión importante en tu vida; toma dos hojas de papel y escribe en una de ellas los pros, y en otra los contras de la decisión. A veces este simple ejercicio te da la claridad que no podemos alcanzar cuando tenemos una maraña de ideas en la cabeza.
- Piensa en momentos de tu vida en los que tuviste que enfrentarte a la incertidumbre. Tu primer trabajo, cuando te convertiste en mamá o papá, cuando te cambiaste de escuela, de ciudad, de país, cuando perdiste tu empleo, cuando un amor te rompió el corazón. Piensa en lo que sucedió y lo que aprendiste de estas experiencias, concentrando tu atención en todo lo positivo que surgió de ellas.
- Busca actividades y personas que te empujen a hacer cosas que nunca has hecho, que estén fuera de tu zona de confort. Únete a grupos con miembros de diferentes culturas y formas de pensar. Por ejemplo: http://www.meetup.com y si no hay un grupo en tu área de algo que te interese, atrévete a formar uno. Mientras más te abras y explores nuevos territorios, más fácil se te hará la toma de decisiones. ¡No le tengas miedo al cambio, dale la bienvenida con los brazos abiertos!
- Sigue tus instintos. Sé que tal vez es una frase trillada pero realmente es así. Generalmente nuestro instinto sabe exactamente lo que debemos hacer pero muchas veces, consciente o inconscientemente, decidimos no escuchar a nuestra propia voz interior que siempre nos dice no lo que queremos pero si lo que NECESITAMOS.