La de Innocent Drinks es probablemente una de las historias empresariales más citada en el mundo de los negocios de Reino Unido en los últimos tiempos. Además de inspiradora, definitivamente es una de mis favoritas.
«La principal diferencia de los que tienen éxito y de los que no, es que las personas de éxito son las que realmente empiezan.»
Éste es un consejo de los fundadores de Innocent Drinks, Richard Reed, Adam Balon y Jon Wright, tres amigos que estudiaron en la Universidad de Cambridge, y que siempre tuvieron la idea de poner un negocio juntos.
Tuve oportunidad de asistir a un evento en donde Adam Balon compartió algunos de los secretos, tácticas y estrategias que utilizaron, pero también para hablar de los retos y dificultades que han tenido como empresa.
En 1998, después de explorar diversas ideas decidieron crear una empresa de licuados smoothies, la idea surgió de una necesidad personal. Había mucha gente como ellos que trabajaban largas horas, esto tenía un impacto en la mala dieta que tenían y pensaron que sería una buena idea crear un producto que te diera tu ración de frutas/verduras diarias. Después de pasar seis meses trabajando en las recetas, aún no tenían la confianza suficiente para renunciar a sus puestos de trabajo bien remunerados para abordar el proyecto de tiempo completo, ya que todavía dudaban de que hubiera un mercado para sus bebidas.
Así que decidieron empezar poco a poco. Invirtieron 500 libras y establecieron un puesto de venta en un festival de música en Londres para vender sus licuados y probar el mercado.
Para ello, necesitaban una manera de recoger comentarios de los clientes. Originalmente, habían diseñado un cuestionario de dos páginas detalladas para que las personas los llenaran, pero se dieron cuenta que era demasiado pedir a la gente en un festival de música.
Pusieron un letrero preguntando: «¿Debemos renunciar a nuestros trabajos para dedicarnos a hacer smoothies?» Y colocaron dos contenedores de basura debajo del letrero, uno que decía SÍ y otro que decía NO. Luego la gente tendría que votar con sus botellas vacías (después de haber probado el licuado) tirándolas al contenedor de basura elegido.
Al final del festival habían vendido la totalidad de sus licuados. ¿El resultado de la prueba? El basurero de SÍ estaba lleno, el de NO estaba casi vacío y el resto, como dicen, es historia.
Esto les dio la seguridad que necesitaban para renunciar a sus puestos de trabajo y dedicarse a hacer batidos para ganarse la vida.
La innovación y marketing inteligente
son las claves para el éxito
Innocent Drinks fue muy innovador desde el principio. Desde la forma en que realizó su investigación de mercado en un festival de música y su filosofía ética.
En el 2004 Innocent Drinks estableció la Fundación Innocent, una organización benéfica registrada en el Reino Unido que ofrece subvenciones a organizaciones no gubernamentales e instituciones de beneficencia. Una décima parte de los beneficios de la empresa va a estas causas.
Su ethos «inocente» fue puesto en duda cuando se asoció con la Coca-Cola, una de las mayores corporaciones del mundo y que ha tenido un historial cuestionable cuando se trata de la ética. A pesar de una serie de campañas de boicot que impregnaron los canales de redes sociales, la compañía ha ido viento en popa y ahora exporta. Innocent vende más de dos millones de licuados a la semana en 11 países diferentes en Europa. En 2013, Coca-Cola tomó el control total, en un acuerdo que generó millones a los fundadores de la compañía.
Innocent Drinks fue una de las pioneras en la creación de una compañía agradable, divertida como se reflejó en sus envases, sitio de internet y todas sus comunicaciones, lo que realmente entró en la conciencia del público. Mucho de su éxito también se debe a cómo utilizaron relaciones públicas para posicionarse. Innocent Drinks es un formidable ejemplo de lo importante que es desarrollar una propuesta innovadora y marketing inteligente.
La historia demuestra cómo algo pequeño puede crecer y convertirse en una empresa internacional. Lo importante es EMPEZAR.