A mediados de mayo, un grupo de aproximadamente 45 hackers fue ubicado por los cuerpos de inteligencia de distintos países y algunos de ellos también fueron discretamente detenidos, aunque de esto último poco se informó en los medios.
La cuestión es que estos “piratas informáticos” no fueron ubicados por el FBI por mérito propio y tampoco eran hackers de mediana talla, sino que eran de los llamados “élite”, aquellos que tienen el conocimiento suficiente para infiltrarse en los sistemas computacionales del Pentágono, hacer de las suyas y luego irse a dormir con la certeza de que a ese organismo le costará trabajo identificar a su agresor.
De los 45 hackers “atrapados”, un fuerte número, cerca de 35, se consideraban hacktivistas, de aquellos que colaboraban activamente en Anonymous y que igualmente se dedicaban a trabajar en el desarrollo de importantes estrategias de ciberataques de dicho colectivo.
Al comienzo, extrañó a los Anonymous cómo es que un importante número de hackers fuera ubicado en cuestión de horas y en el mejor de los casos en tres días por las autoridades de los Estados Unidos y también, cómo fue que de otros tantos la autoridad bien pudiera contar ya con una copia de la información que resguardan en sus computadoras.
La respuesta, a reserva de que se confirme plenamente, se habría dado varias semanas atrás, cuando, si puede decirse así, una corriente de hackers al interior de Anonymous exteriorizó su desacuerdo con el proceder del colectivo, que hasta ahora ha puesto en jaque a empresas y gobiernos de todo el mundo, pero que en esta ocasión más bien pudiera encontrarse en el lugar de sus víctimas.
Hasta donde se sabe, los hacktivistas disidentes no concordaban, por ejemplo, con la idea de no contar con líderes y de no definir líneas claras de acción e ideología. Y es que en el mundo de los hackers, y también en el de Anonymous, existen básicamente tres modos de ser un hack: los de “sombrero blanco”, “gris” y “negro”.
Los primeros son aquellos, por ejemplo, que se infiltran en sitios de pornografía infantil, los inhabilitan y luego los denuncian ante las autoridades, mientras que los negros se dedican más a sustraer información para fines personales o de grupo y los grises pueden ser una combinación de ambos, como lo es Anonymous, más el ingrediente de que estos hackers intentan democratizar la red.
Al no contar los anons con líneas de acción más definidas, los inconformes decidieron seguir su propio camino hasta conocerse ahora como “UnKnowns”.
Hasta ahora, no se sabe de “qué lado” están los UnKnowns, pero todo parece indicar que del de Anonymous no lo están tanto. Y es que los hackers élite detecados por FBI también mantenían algún tipo de contacto con los “desconocidos”.
Este nuevo grupo de piratas informáticos también ha hecho público que no busca pelea con gobiernos o sus dependencias. Es más, el que se hayan infiltrado en los códigos fuente de los sistemas de la NASA, la US Military, la US Air Force, la Renault Company o el ministerio de Defensa francés sólo obedece a que quisieron evidenciar las vulnerabilidades de sus plataformas tecnológicas.
“No se han dado a conocer sus documentos y datos. Es probable que su red se haya lastimado un poco, pero ese no es realmente nuestro objetivo, porque en una o dos semanas se eliminarán las vulnerabilidades encontradas y es lo que estamos buscando. Estamos listos para darles información completa sobre la forma en que se penetraron las bases y estamos listos para hacerlo en cualquier momento, por lo que los estaremos esperando”, señalaron los UnKnowns mediante un pastebin, una especie de comunicado divulgado en la web.
Las líneas anteriores dejan en claro que los UnKnowns han elegido ser hackers de “sombrero gris” y con las intenciones de revelar cuestiones de inseguridad informática, pero a otros hacks no ha quedado claro a qué se referirán con estas otras palabras:
“Somos un nuevo grupo de hackers, nunca hemos estado en ningún grupo de hacking antes. No somos la versión 2.0 de Anonymous y no estamos en contra del gobierno de Estados Unidos. Estamos llegando, por favor, prepárese para proteger su sitio web e impida la piratería. Póngase en contacto con nosotros antes de tomar medidas y nosotros le ayudaremos. Su elección es ahora.»
Mediante ese pastebin, los UnKnowns han dejado en claro que su “reto” es proteger la red de amenazas informáticas, pero algunos anons no los ven así, ni tampoco como los hermanos menores que vienen a robarle el cariño de papá, en este caso de los internautas; más bien como a un nuevo grupo de hackers al que hay que tenerle respeto, porque reconocen que en poco tiempo, unos meses, los UnKnowns pueden obtener el conocimiento y tecnología necesarios para rivalizar con Anonymous.
Pero ¿por qué puede rivalizar con Anonymous? Un anon sostiene que los UnKnowns son básicamente hackers élite, cuentan con más recursos para conseguir equipo tecnológico, aunque no ha quedado claro a qué se referirán con eso de que no están contra el gobierno estadounidense, respecto al cual, por ejemplo, los colectivos MalSec y Anonymous, entre otros más, sí han pintado su raya.
Los UnKnowns ya revelaron cuentas, claves y acciones de importantes dependencias del gobierno de los Estados Unidos y de otros más, como se lee en su pastebin y por ahora, su lema: “We are The Unknowns; Our Knowledge Talks and Wisdom Listens…” –Somos los Desconocidos, nuestro conocimiento habla y nuestra sabiduría escucha-, deja mucho a pensar a otros hackers.
En Twitter ésta es una de las cuentas oficiales de los UnKnowns: https://twitter.com/#!/BZyklon
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