Cuatro Palos, descubriendo la Sierra Gorda

El pueblo mágico de Bernal resulta ser un excelente punto de arranque para recorrer la Sierra Gorda de Querétaro. Partimos por la carretera federal 120  con la intención de explorar las maravillas naturales e historia que resguarda el municipio de Pinal de Amoles.

El primer tramo de la carretera hasta Peña Blanca que consta de unos 50 kilómetros se pasa rápido gracias a las rectas y sus bien trazados caminos. Nos acompaña un paisaje semidesértico y árido que  da un sentimiento de soledad en un camino que no parece tener fin. Pasando este poblado encontramos la entrada a la Sierra en donde gradualmente observamos cómo las imponentes montañas se levantan a nuestro costado, mientras el camino se retuerce subiendo y rodeando este intrincado paisaje. La carretera nos ofrece vistas espectaculares que obligan a los viajeros a detenerse un momento para disfrutar el mar de montañas que se agitan a sus pies.

 

Sierra Madre, Querétaro

 

De forma radical cambia el paisaje. De una montaña a otra los arbustos áridos se convierten en imponentes árboles y nos rodea un verde que da una inesperada vida al camino.

Pasando el pueblo La Cañada en el kilometro 132, veremos junto a un modesto anuncio el camino de tierra hacia el cual nos aventuramos. Una vía de terracería que requiere un par de maniobras osadas nos conduce a través del bosque. Al final nos recibe el pequeño poblado de Cuatro Palos, con 142 habitantes a una altura de  2600 metros sobre el nivel del mar. Aquí nos encontramos a nuestra joven guía de nombre Margarita, una dulce niña que nos lleva a recorrer a pie un sendero muy bien acondicionado, que poco a poco nos va mostrando el secreto que resguarda este poblado. El mirador nos ofrece una vista imponente. Las montañas presumiendo su magnitud se forman en hileras que pareciesen no tener fin. Simplemente nos quita el aliento.  

Cuatro Palos - Cierra Gorda

Debajo nuestro podemos apreciar el Cerro de la Media Luna, que  guarda una historia de orgullo, libertad y valentía.  En 1748  se llevó a cabo la última batalla entre José de Escandón y el pueblo de los Chichimeca Jonaces que tras una lucha de 20 años terminó en su exterminio. Este pueblo, conocido por rebelde e indómito, dio durante dos siglos una feroz resistencia al dominio español, siendo la Sierra Gorda el último bastión de los indígenas en México en contra de los conquistadores.

Cuatro Palos - Cerro de la Media Luna

Dando una última mirada regresamos al poblado y tras despedirnos de nuestra guía regresamos a la carretera siguiendo nuestro camino. Tras pasar la Puerta del Cielo que es el punto carretero más alto del estado, encontramos a Pinal de Amoles, fundado en 1609. Fue un próspero pueblo minero y actualmente es la cabecera municipal. Recientemente,  fue arreglado por las fiestas del Bicentenario, regresándole así el brillo que lleva en su historia. Un pueblo tradicional y colorido que permite recargar energías y comprar fruta en sus calles llenas de escaleras y callejones.

Pinal de Amoles  - Templo Real de San Jose

Es hora de regresar. La sierra se despide de nosotros no sin antes comentarnos que nos faltaron muchos lugares por conocer e historias que contar en sus intricados caminos que en otro momento volveremos a recorrer.

El municipio de Pinal de Amoles resguarda con orgullo y hospitalidad la entrada a la Sierra Gorda. La aventura y naturaleza esperan a los viajeros que recorren sus caminos. A tan solo 300 kilómetros de la Ciudad de México cualquier fin de semana es bueno para ir a explorar, con la seguridad de que uno siempre se encontrará algo diferente.